{{#section.link.href}}
{{section.link.title}}
{{/section.link.href}}
Cinco actos violentos contra las fuerzas de seguridad que luchan contra el narcotráfico en los últimos cinco días han llevado al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a Cádiz. Primero, para visitar al inspector de policía herido de gravedad el sábado pasado en Algeciras, al intentar detener un coche cargado de hachís.
Después para reunirse con la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García; el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco; el director general de la Policía, Francisco Pardo; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; así como los directores adjuntos operativos de ambos cuerpos y los mandos policiales de la zona.
De su visita al inspector herido, palabras para agradecer al personal sanitario que le atiende, su trabajo, y un dato: el agente está estable. De su reunión, en la que se han analizado los últimos acontecimientos una conclusión: los actos de violencia que se han sucedido estos días, son fruto de la desesperación de los narcotraficantes, debida al amplio trabajo de las fuerzas de seguridad.
"Estamos viviendo la desesperación de las organizaciones criminales que se ven encerradas en un ámbito en el que se han complicado sus actuaciones ilícitas", ha dicho Grande Marlaska. "Eso ha derivado en actuaciones violentas hacia los agentes de la autoridad como las que hemos vivido, consecuencia y fruto de esa desesperación por el trabajo ingente que están realizando nuestros hombres y mujeres.
El ministro, ha acompañado esta explicación de una advertencia; ninguno de esos actos quedara impune.
"Me gustaría trasladarle a las organizaciones criminales y a la sociedad en general que el narco no va a quedar impune. No va a quedar impune ningún atentado a ningún hombre y mujer de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Eso que lo tengan claro", ha avisado Grande-Marlaska.
El ministro ha anunciado que dotará a las fuerzas de seguridad de medios de todo tipo para garantizar su seguridad. Entre esos medios se baraja la posibilidad de blindar vehículos policiales para evitar situaciones como las de estos días. Desde 2018, ha dicho Grande-Marlaska se han invertido, ha dicho, más de veinte millones de euros, y en los próximo dos años están previstos más de 48 millones de euros, ampliándose esa lucha hacia Málaga y Huelva, provincias a las que también se han desplazado los alijos.