La Policía Foral encontró al niño inconsciente. Los agentes intentaron iniciar las maniobras de reanimación, que posteriormente continuaron los sanitarios desplazados hasta el lugar pero fue inútil. No pudieron hacer nada por salvar la vida del menor. El niño había ingerido grandes cantidades de agua oxigenada lo que le produjo una parada cardiorrespiratoria. Todo ocurrió en una casa de campo de la localidad Navarra de Corella el pasado jueves. La Policía foral ya ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido.
El menor vivía junto a una comunidad de la secta de las Doce Tribus, que lleva tiempo asentada en unos terrenos de su propiedad en la localidad Navarra. Según señalan en su página web Tribal Trading es una empresa creada por personas que anhelan restaurar la vida ancestral que la mayoría de las culturas están perdiendo con el progreso de la cómoda edad moderna. La gente ha olvidado lo que significa vivir una vida tribal, cultivando la tierra en armonía con la naturaleza y con sus semejantes. En el pasado, el hombre vivía de lo que producía con sus propias manos, y lo que le sobraba lo trocaba por otros bienes. La vida era más sencilla".
La Comunidad de las Doce Tribus existe en España desde 1994, cuando comenzaron en una casa en el monte Ulía de San Sebastián, haciendo pan y repostería integral para ganarse la vida que vendían en ferias. En 1999 se extendieron a un caserío de Irún donde desarrollaron labores agrícolas y ganaderas, abriendo en 2002 la tienda de alimentación ecológica Sentido Común en la parte vieja donostiarra, pasando en 2010 a crear una distribuidora de alimentación ecológica que se denomina Tribal Trading, la marca de la nave donde se ha producido el accidente, según el diario de Navarra.
La secta cuenta con comunidades alrededor del mundo. Son seguidores del evangelio de Yashua y se dedican a producir y vender alimentos ecológicos. Francia catalogó al grupo como secta al detectar que algunos miembros infligen castigos físicos. A España llegaron en 1994 y además de en Navarra, en la actualidad también tienen asentamientos en la localidad guipuzcoana de Irún.
Ataviados con camisas de granjero y largas barbas, los hombres de las Doce Tribus podrían encontrarse a medio camino de amish y hippies. Ellas, con largas telas sobre el cuerpo y prendas en la cabeza, a mujeres con trajes folclóricos de la Europa continental.
Los nuevos miembros, obligados a dejar sus trabajos y ceder sus pertenencias para poder entrar al grupo. "La razón por la que en la comunidad hay una bolsa común es porque nuestro evangelio no permite que los creyentes retengan soberanía sobre sus finanzas. No es una regla de la comunidad, sino una exigencia del evangelio", se justifica las Doce Tribus en Internet.
Según señalan en su propia página web, esta comunidad cree en "el Dios de Abraham, Isaac y Jacob" y en su hijo al que llaman "Yeshua (Jesús en español) que nació de una virgen hebrea llamada Miriam (María), que estaba comprometida con Yosef (José)" y consideran que la globalización y la sociedad está perdiendo "la imagen de Dios en ellos" por lo que se entregan a "todo deseo malvado".