Tal y como informa CNN, Saburido ha fallecido con 40 años en Guatemala, donde residía desde hace años. Sin embargo, la venezolana ha dejado un gran legado en cuanto a concienciación de no ponerse al volante bajo los efectos del alcohol.
Hace dos décadas su vida cambió para siempre en la carretera. Saburido regresaba a su casa, de un cumpleaños, con cuatro amigos cuando un conductor ebrio, condenado posteriormente a siete años de prisión, les golpeó frontalmente en Texas. Ella fue la única superviviente de sus compañeros, aunque sufrió quemaduras de tercer grado en el 60 por ciento de su cuerpo y perdió las dos manos.
Asimismo pasó por el quirófano más de cien veces, lo que le supuso, al no tener seguro médico, unas facturas por un valor superior a los cinco millones de dólares.
Tras su recuperación, Saburido fue la cara visible del Departamento de Transporte de Texas, en la lucha contra la conducción bajo los efectos del alcohol. "Si esta cara y este cuerpo pueden ayudar a otros, entonces ¿Por qué no hacerlo?", dijo en una campaña.