Eran las once y media de la noche de este domingo, cuando en el puesto de la Guardia Civil en Barbate, Cádiz, se recibía una llamada avisando de que una mujer se había precipitado desde una azotea. Cuando los agentes llegaron allí comprobaron que la mujer había fallecido, y que se trataba supuestamente de un suicidio.
Pidieron las llaves a un vecino para poder acceder a la azotea. Una vez revisada se dispusieron a bajar por la escaleras del inmueble. De repente oyeron gritos de auxilio procedentes de un piso del bloque. Eran los del marido. Con las llaves que habían encontrado en la azotea abrieron la cerradura del piso desde el que solicitaba ayuda.
Era el piso de la mujer y su pareja. Ella de 65, el de 73, ambos docentes. El hombre se encontraba malherido en el suelo con graves lesiones en cuerpo y cabeza. La Guardia Civil pidió a los sanitarios que habían acudido a atender a la mujer y que ya nada podían hacer por ella, que auxiliaran al herido.
Después de realizarle maniobras de reanimación e intentar estabilizarlo, era trasladado al hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde ha muerto pasadas las tres de la mañana de este lunes.
La Guardia Civil trabaja con la hipótesis de que la mujer causó las lesiones que acabaron con la vida de su marido, para posteriormente subir a la azotea y arrojarse al vacío.