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Naiara ha abandonado el hospital Gregorio Marañón de Madrid en el que nació y del que no había salido nunca. Con dos meses los médicos le hicieron un trasplante de corazón pionero en el mundo, por la edad de la paciente y por la técnica empleada. Hoy con tres meses esta pequeña está en casa aunque tendrá revisiones periódicas para ver que todo va bien.
El Área del Corazón Infantil del Gregorio Marañón ha dado el alta a Naiara, una bebé a la que detectaron su problema ya en el embarazo. El pasado mayo, los médicos del Gregorio Marañón le hicieron un trasplante de corazón muy complejo, no solo por las edades de la paciente y del donante, sino también por las técnicas médica empleadas.
En primer lugar el grupo sanguíneo del donante no era compatible con el de Naiara y en segundo lugar fue un trasplante en asistolia, es decir, el corazón ya estaba parado. El órgano se recuperó conectándolo a una máquina, que hubo que adecuar al tamaño de un corazón tan pequeño.
Así, uniendo dos técnicas muy avanzadas, la que permite la donación cuando hay grupos sanguíneos distintos y la asistolia, Naiara tiene un nuevo corazón que le permite vivir y esta semana sus padres se la han podido llevar a casa. Nunca antes en el mundo se habían empleado estas técnicas con recién nacidos.
La jefa de la Unidad de Trasplante Cardiaco Infantil del Gregorio Marañón, Manuela Camino, ha afirmado que la evolución de la niña es "muy buena" y no ha tenido episodios de rechazo de su nuevo corazón. Además ha superado un problema de alteración del ritmo del corazón con medicación antiarrítmica.
Naiara deberá seguir visitando el hospital para evitar el rechazo del órgano, pero, según la doctora Camino, de forma paulatina irán retirando los fármacos para que haga vida normal.
El trasplante infantil con donantes no compatibles fue puesto en marcha en 2018 por el Gregorio Marañón, ahora este hospital madrileño ha hecho el primer trasplanta infantil en asistolia. Gracias a ello, la posibilidad de trasplante ha incrementado por encima del 10 por ciento.
Este tipo de donaciones pueden ser la única esperanza de vida para niños tan pequeños como Naiara porque no hay máquinas de asistencia ventricular que les ayude como soporte, como si pasa en niños mayores o adultos.
Camino ha señalado que el alta de un niño siempre es una alegría, pero el caso de Naiara lo es aún más porque abre la puerta a nuevas posibilidades de poder vivir a los bebés más pequeños.