Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, y siete. Cuando ese numero de personas abandonan una narcolancha es que a los narcos algo les ha salido muy mal. Ayer el levante soplaba con fuerza siete en el Estrecho. Mal asunto para unas embarcaciones que sufren mucho con esas condiciones en la mar. Sólo pueden soportarlo pergándose a la costa, pero cerca de tierra las embarcaciones de Guardia Civil y Aduanas pueden caerles encima con mayor facilidad. Quedarse en mar abierto, como hacen habitualmente, resulta casi imposible y más, si como apuntan fuentes de las fuerzas de seguridad en este caso, surgen problemas.
"Ayer había un temporal muy fuerte", señala un agente de la Guardia Civil implicado en la lucha contra el narcotráfico. "Puede que hayan tenido problemas con una embarcación y hayan tenido que abandonarla y meterse todos en una segunda narcolancha. Con Filomena ya aparecieron varias embarcaciones abandonadas por toda la costa andaluza"
Porque las imágenes que ven, no parecen tener otra explicación. Ninguna `goma´ lleva siete tripulantes.. Cada uno de exceso es hachís que no se carga y, mucho mas importante, en estas embarcaciones sólo hay asiento para cuatro. Ir de pie no es una opción.
"Tienes que ir sentado, si no sales volando literalmente", explica a NIUS un miembro de Aduanas. "Yo he visto una narcolancha arrancar y salir un tío que no estaba sentado volando".
Los siete tripulantes se pierden entre las dunas que rodean la playa. La embarcación, de dos motores queda abandonada. La Guardia Civil la ha intervenido y se ha hecho cargo de la investigación.