La última esperanza: que Junco y Bill encuentren restos de las niñas de Tenerife en la lancha

  • La Guardia Civil está a la espera de autorización judicial para incorporar a las labores de búsqueda un sonar y un robot

  • La madre de Anna y Olivia reconoce que está rota por el tono que toma la investigación

  • El cuñado de Tomças dice que ni sabe ni sospecha nada y que está a la espera lo que diga la Guardia Civil

La investigación de las niñas desaparecidas en Tenerife apunta a la peor de las resoluciones La búsqueda de pistas para saber qué hizo Tomás Gimeno con sus hijas no cesa, mientras la madre se muestra tan esperanzada como rota. La Guardia Civil traslada la lancha desde el puerto a la nave de los GEAS donde va ser examinada por los perros. Es uno de los elementos del caso que se va a examinar al milímetro. El vehículo de Tomás lo llevan al mismo sitio para favorecer el trabajo de Junco y Bill, los perros expertos. El coche fue abandonado en el puerto por Tomás antes de irse al mar. El vigilante no vio a Anna y Olivia en los asientos y en las cámaras no se las vio embarcar con su padre.

Por eso la guardia civil rompió la ventanilla para acceder al maletero, pensando que podían estar ahí. Los perros buscan su rastro aunque la investigación sospecha que pudieron ir dentro de los petates que Tomas sacó del coche y embarcó en la lancha.

La única esperanza: que Junco y Bill encuentren restos de las niñas en la lancha

En la barca criminalística solo encontró sangre del padre y ni un resto biológico de Anna y Olivia, pero si lo encontraran ahora los perros podría significar que estaban vivas y habría esperanza.

Por eso agentes de la Guardia Civil han izado a tierra y se han llevado en un remolque la embarcación de Tomás Antonio G.C., padre de Anna y Olivia, desaparecidas hace 22 días, para someterla a una nueva revisión, previsiblemente con la ayuda de Junco y Bill, los dos perros adiestrados para hallar restos orgánicos.

Con estos dos canes la Guardia Civil inspeccionó este martes por quinta vez la casa de Tomás sin que hallaran pruebas concluyentes. La previsión, según fuentes de la investigación, es que a lo largo de esta jornada sean registrados el coche y el barco en el que el padre fue visto por última vez antes de que se le perdiera el rastro solo, sin la compañía de sus niñas.

En esa embarcación la Guardia Civil halló en un primer registro restos de sangre, que resultaron ser del padre, y se percató de que no llevaba ancla. En el lugar en el que fue hallada la lancha, vacía y a la deriva, los equipos de rescate localizaron flotando en el agua una silla de retención infantil. La Guardia Civil está a la espera de autorización judicial para incorporar a las labores de búsqueda un sonar y un robot submarino cedidos por el Instituto Español de Oceanografía.

El cuñado de Tomás sale del registro. No le manda ningún mensaje a Tomás, que ya ha terminado el registro, Se limita a destacar la profesionalidad de la guardia civil. "No sabemos nada, no sospechamos nada, ahora paciencia a esperar que dice la guardia civil", comenta. Todos albergan esperanza también la madre de las pequeñas que publica un nuevo video de sus hijas, Beatriz quiere mantener activa la búsqueda internacional de las pequeñas y esa es la manera. Su mensaje, de todas formas denota desolación.

Beatriz Z. señala en ese escrito que también ella quiere "desaparecer" y que no le "salen casi las palabras", que lo que está pasando es una tortura, pero así y todo llama a no "rendirse" y a seguir compartiendo las imágenes de sus niñas "por todo el mundo".