Así reacciona tu cuerpo cuando te saltas el desayuno

Informativos Telecinco 17/06/2017 09:46

Desayunar todas las mañanas es algo que tu cuerpo agradecerá tanto a corto como a largo plazo y es que es la comida más importante del día, ya que aporta el 20% de la ingesta calórica diaria a nuestro cuerpo. Desayunar diariamente y hacerlo de forma equilibrada te aportará más energía y hará que te concentres mejor en el trabajo, además te ayudará a controlar tu peso, entre muchos otros beneficios.

Según informa el portal Mejor con Salud, muchas personas asocian no desayunar con la pérdida de peso pero realmente puede tener un efecto totalmente contrario al que esperamos. Si no desayunas tu hambre se irá acumulando durante el día y a la hora del almuerzo acabarás excediéndote con la ingesta de calorías. Si desayunas, comerás justo lo que necesitas, ni una caloría más. Además, realizar cinco comidas a día y que la primera de ellas sea el desayuno, arrancará el metabolismo de tu cuerpo evitando que caigas en el llamado 'letargo metabólico' en el que el cuerpo, al no percibir alimento, comienza a gastar el mínimo de energía y por lo tanto a quemar menos calorías.

Un gesto tan sencillo como no saltarse el desayuno puede alejarnos de sufrir enfermedades como obesidad, colesterol alto y diabetes o problemas cardiovasculares, ya que según un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, el 27% de las personas que no desayunan son más propensos a sufrir un ataque cardíaco.

La primera comida del día es la que pone en marcha nuestro sistema digestivo, por lo que saltárselo o no comer alimentos adecuados como fibra, agua o fruta puede acarrearnos problemas de estreñimiento. Además tus jugos gástricos no percibirán alimento y empezaran a liberar ácidos, lo que hará que se inflamen las paredes del estómago y puedas sufrir gastroenteritis.

La falta de desayuno se notará tanto por dentro de tu cuerpo como por fuera, ya que te sentirás con peor humor, menos capacidad de concentración y rendimiento intelectual y mayor sensación de cansancio.

Un desayuno equilibrado y completo debe incluir un lácteo, cereales, fruta y algún alimento más proteico y bajo en grasa como por ejemplo fiambre de pavo o pollo.