La estudiante originaria de Leeds, una ciudad del condado de Yorkshire, en el norte de Inglaterra, comparte un registro visual de su recuperación de la enfermedad en Instagram. Una transformación de 10 años a través de la cual ha ido cogiendo peso y ganando en salud. No es una simple progresión, pues su objetivo es aumentar la positividad corporal de aquellos que estén pasando por su situación.
Hace dos años Connie ingresó en el hospital después de que su peso cayera en picado, al mismo nivel que un niño de cinco años. "Solo quería perder todo el peso. Había llegado al punto en que estar en el hospital no era lo suficientemente bueno, lo único que hubiera sido suficiente era si mi corazón se hubiera detenido. Eso es lo único que habría satisfecho mi anorexia".
"No me importaba vivir o morir, no me importaba", confesó a la BBC Inside Out. Sin embargo, ahora quiere transmitir un mensaje mucho más optimista: "no importa lo difícil que sea, siempre se puede mejorar". Ella usa regularmente su página como una herramienta para compartir mensajes inspiradores. Su amplio número de seguidores (más de 85k) le permite transmitir la brutal realidad de vivir con anorexia severa en primera persona.
Su repercusión es tal que su historia ha sido cubierta por la " target="_blank" >BBC en varias ocasiones. Así lo recoge el Independent, otro medio que se ha contagiado con la lucha de Connie Inglis. La estudiante también se siente muy agradecida por poder ayudar a los demás.