Los hogares esconden una sustancia química que puede causar problemas a los gatos

Las TDCIPP pueden provocar la tiroides hiperactiva en los gatos mayores
El hipertiroidismo felino causa pérdida de peso, vómitos y diarrea
Un estudio reciente revela que las sustancias químicas comunes en los hogares pueden ser un importante factor en el desarrollo de la tiroides hiperactiva, uno de los problemas de salud que más afecta a los gatos domésticos mayores.
La investigación, publicada en la revista 'Enviromental Science & Technology', analizó a 78 gatos de 7 años de edad o más. La mitad de ellos sufrían hipertiroidismo. Se les colocó unos collares de silicona durante una semana que podían recolectar muestras químicas diminutas cuando los gatos se tumbaban en sus casas. En concreto, los collares estaban diseñados para detectar ésteres organofosforados (OPE), incluido el tris (1,3-dicloroisopropil) fosfato (TDCIPP), de los que se sospecha son disruptores hormonales y se usan como retardantes de llamas en los hogares. En la década de 2000, las OPE comenzaron a sustituir una clase más antigua de retardantes de llama llamados éteres de difenilo polibromados (PBDE).
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Pues bien, una vez acabado el experimento, los investigadores hallaron que los gatos con hipertiroidismo estaban expuestos a niveles más altos de TDCIPP. Los gatos sin hipertiroidismo, pero con niveles más altos de una hormona relacionada con la enfermedad estaba expuestos a más TDCIPP que gatos con niveles hormonales normales. Curiosamente, los gatos en hogares donde se usaban ambientadores o que frecuentaban muebles tapizados estaban más expuestos al TDCIPP.
El hipertidoidismo felino era muy raro antes de los años 70, que fue cuando los PBDE empezaron a usarse ampliamente en productos de consumo. En 2004 empezaron a retirarse del mercado, aunque aún se pueden encontrar en casas antiguas. Pese a ello, las tasas de hipertiroidismo siguen siendo altas, pero la causa puede estar en que los diagnósticos son mejores o en que los gatos son más longevos.
Se cree que el hipertiroidismo felino afecta al 10% de los gatos mayores y causa pérdida de peso, vómitos y diarrea. Lo preocupante es que los gatos no son el único animal que puede desarrollar hipertiroidismo; también afecta al ser humano, por lo que si nuestros gatos enferman por estos químicos, es probable que nosotros también lo hagamos.