Sin miedo a la fiebre o los mocos: Elena Blanco y Gonzalo Oñoro, los trucos de dos pediatras en casa

  • Hasta los dos años, las pantallas deben ser cero para los niños y el móvil, mejor entre 12 y 14 años

  • Hay niños que padecen neofobia y necesitan tiempo e insistencia para adaptarse a los nuevos alimentos

  • Los niños menores de 3 y 4 años tiene unos 10 catarros en época invernal: así que sí, parecerá un bucle

¿Cuál es la mejor posición para dormir al bebé?, ¿es necesario bañarlo todos los días?, ¿puedo

salir a pasear, aunque haga frío?, ¿qué son esta tos y estos mocos?, ¿qué hago si tiene fiebre? Las dudas acongojan a los padres, y más si son primerizos. Y pensando en ellos y en todos, Elena Blanco y Gonzalo Oñoro han aprovechado que son padres, pareja y pediatras para escribir en Dos pediatras en casa (editorial Zenith), la guía definitiva para que todos puedan dormir más tranquilos. Aunque que nadie se engañe, los niños no duermen y menos al principio cuando los padres quieren. En el libro también se relatan las enfermedades más comunes y cómo resolver las dificultades del día a día antes de salir corriendo a urgencias, que a veces será necesario, pero no siempre.

Elena y Gonzalo se conocieron en el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús de Madrid mientras realizaban la residencia de pediatría. Juntos suman más de veinte años de experiencia como médicos especialistas en pediatría, además de ser padres de dos hijos. Así que sí, estás en buenas manos.

Primer consejo, por cierto. Y nada más nacer el bebé. Para no ponernos nerviosos. Tras el nacimiento, ya sea por parto natural o por cesárea, se coloca al bebé en el pecho de la madre. Es lo que se conoce como contacto piel con piel”. Calma. El bebé realizará su primera toma, basta con esperar, aunque sean 40 minutos.

Segundo consejo antes de que nos den muchos más. Literal del libro. El maldito sueño. Otra vez una realidad. Ni sois los únicos ni ellos, tan expertos, se han quedado sin noches en vela. Y lo explican. Durante los primeros meses de vida, los niños carecen de ritmo circadiano. Esto provoca que, al margen de que exista luz u oscuridad, estén dormidos un número de horas similar tanto de día como de noche. Durante estos meses, los periodos de sueño son breves y los bebés se despiertan a intervalos más o menos regulares para comer. Además, la mayor parte del tiempo que están dormidos lo hacen en fase REM, lo que provoca que pasen de estar completamente despiertos a profundamente dormidos y viceversa en muy pocos minutos. Pero, tranquilos, el sueño de los niños madura poco a poco y, con el paso de las semanas, el desorden que tienen al nacer mejora de forma lenta pero progresiva; los episodios de sueño se van alargando hasta que, entre el mes y los 3 meses de vida, aparece por primera vez el ritmo circadiano, que logra establecerse completamente hacia los 6 meses. Cuando son capaces de diferenciar entre la luz y la oscuridad, la mayoría de los niños pueden dormir hasta 5 horas seguidas por la noche. Que pasado lo pasado, no está mal.

Otra pregunta. Pero ¿cuánto debe dormir el niño?. Pues bien, los menores de 3 meses entre 14 y 17 horas, de 4 a 11 meses entre 12 y 15 horas. De 1 a 2 años entre 11-14 horas. De 3 a 5 años entre 10 y 13 horas. De 6 a 13 años entre 9 y 11 horas y de 14 a 17 años entre 8 y 10 horas.

Y con la fiebre, pocas histerias y dos remedios. Paracetamol e ibuprofeno. Nada de arroparlos o baños fríos porque la fiebre, si no pasa de 40 tiene por qué se alarmante porque bajará. Tampoco hay que temer que se vayan a producir convulsiones, son escasamente frecuentes. Más ojo hay que tener a los dolores de cabeza en niños menores de 5 años, porque tampoco son comunes.

¿Y los catarros?, Una tortura, son comunes y sí, en bucle. Si tenemos en cuenta que los niños pequeños (menores de 3 o 4 años) se contagian de unos 10 catarros diferentes durante los meses fríos del año, y que los síntomas de un catarro pueden durar cerca de 10 o 15 días, pues la sensación de que mi niño siempre está malo puede ser muy real.

Ojo, esto son píldoras y recomendaciones de los autores de 'Dos pediatras en casa', un libro divertido, ameno, útil y de lectura obligada para los padres que entienden al leerlo lo que les pasa a sus hijos. Y que puede ser hasta relajante para relativizar el día a día. Es lo que tiene que lo escriban dos pediatras mano a mano. Ellos dicen que no es una ventaja, pero ¿quién les cree? Ahora, su conocimiento llega a las librerías. Hablamos con Gonzalo. Y sí, tiene respuestas para casi todo. Y también un blog. Sí, se llama, obviamente, Dos pediatras en casa.

Vosotros sois un lujo, no sé si muy común para vuestros hijos. Nada menos que dos pediatras en casa. ¿habéis cometido errores de novatos? Imagino que no pasáis tanto por urgencias

Como padres nos enfrentamos a los mismos retos que otros padres. Tenemos la suerte de ser especialistas en salud infantil y lo tenemos más fácil que otros. No vamos tanto a urgencias, porque la mayoría de las cosas que pasan los niños se pueden solucionar con sentido común. Pero no hacemos algo distinto de lo que recomendamos en las consultas o en este libro. Cierto que cuando los niños tienen cuatro o cinco días de fiebre los atendemos nosotros en casa, pero cuando es necesario también los llevamos a profesionales sanitarios, para que haya menos carga emocional en cuanto a las cosas que hay que hacer.

Ahora cada vez que el niño es inquieto se dice que es TDAH ¿Se exagera?

Cada vez se conoce más sobre el TDAH (trastorno déficit de atención e hiperactividad), pero es una enfermedad que solo se puede diagnosticar a partir de los 6 o 7 años. Es como lo contemplan los manuales médicos. Si por debajo de esa edad es muy inquieto es normal. Si ciertas conductas se mantienen más allá s cuando tiene que ser evaluado por un especialista. Si nos referimos a niños inquietos, la sociedad desea niños tranquilos y eso es imposible, los niños están descubriendo el mundo.

¿Cómo debe lidiar una pareja en su día a día y su impacto en la relación el hecho de tener que lidiar con uno o más bebés?

Tener un hijo te cambia la vida, el centro del universo es tu hijo. Es normal estar cansado y puedes hacer menos cosas que antes hacías de forma cotidiana. Una buena opción es incorporar a los niños en las rutinas de los padres: ir la cine, ver películas, hacer deporte. No hay que despersonalizarse, los niños son para toda la vida y las parejas deberían serlo también. Hay que buscar momentos en común, hacer planes para que los adultos sean también el centro de atención.

Cuáles son las consultas y temores más consultados por los padres

El temor más frecuente es todo lo relacionado con la fiebre porque hay una infección detrás. A veces no es fácil de diagnosticar. Puede ser infección de orina, neumonía, gastroenteritis, otitis... A veces se preocupan porque no termina de bajar y eso asusta y se quiere una respuesta rápida, pero solo con la fiebre muchas veces no se sabe en un primer momento lo que es si no aparecen diarrea o mocos. Hay que esperar para ver de dónde viene y eso es complicado. En referencia a la alimentación, a partir de los seis meses cuando hay que empezar con la alimentación complementaria y en torno a los seis meses y año, año y medio, es el sueño. No dormimos como antes y queremos que los niños duerman como nosotros. Hay que saber que los niños duermen diferente a los adultos. Los niños no duermen como y cuándo nosotros queremos.

Lo de el niño no me come o no me crece nada son un clásico. Qué aconsejáis a esos padres que no duermen

Lo que hay que hacer es una exploración y ver si en peso y talla está creciendo de forma adecuada aunque esté comiendo poco. Si vemos que el niño es selectivo al comer, o no come, hay que entender que durante los primeros dos años de vida con la alimentación complementaria los niños pueden tener neofobia, que es un rechazo a lo desconocido. Hay que hacer varios intentos de un mismo alimento para que el niño lo acepte, pero no hay que enfadarse porque el niño no quiera comer. Por eso hay que insistir, la etapa del a todo que no, también se pasa. Lo que hay que hacer es dar ejemplo, comer lo que les damos a ellos

A qué edad debería tener un niño móvil y cuántas horas debería ver la televisión

Los móviles están en el día día de los adultos. Los niños entrarán en contacto con ellos en el futuro. Creemos que los 12 y 14 años es la edad adecuada, dependiendo del uso y la madurez del niño. No hay que dejarse vencer por el entorno. Depende de uso, no puede desplazar nunca leer o hacer ejercicio. Tiene que tener un control parental. Tampoco es bueno ver todo el día la televisión. La Asociación Española de Pediatría recomiendan pantallas cero hasta los dos años. Por encima, como mucho una hora al día y supervisados.

Cuál es el mejor regalo para los bebés a cada edad. Porque hacerlos resulta un problema.

No hay un regalo perfecto por edad. Depende de los niños, pero deben ser un reto estimulante y ayudarles a madurar. Un niño de seis meses no va a tener un balón de fútbol, pero es ideal para un niño de 2 o tres años que va a desarrollar el motor grueso. Un sonajero es ideal para los seis meses algo para manipular y desarrollar el motor fino. Los padres deben ver los gustos de los niños, si jugar con las manos pues juego de construcción y piezas para construir y destruir. Cuando tienen 4 o 5 años, es la etapa del juego figurativo, disfraces, cocinitas les va a ayudar en su creatividad.

Cómo debería ser el cochecito y la cuna de un bebé

Lo importante es que la cuna o colchón sea firme y duro. Previene la muerte súbita de lactante. En cuanto a los cochecitos los primeros cuatro o cinco meses lo mejor es un capazo.

Dormir el gran dilema. Cómo lograr que el niño duerma sus horas y no perecer en el intento

Hacia los 6 meses los niños asocian rutinas a quedarse dormidos. Lo importante es inculcar rutinas, chupete y muñecos. No es dejarles llorar hasta que duerman, hay que responden a sus necesidades sin invadir su rutina.

Cada niño empieza a hablar y andar en un momento determinado, por qué esa es otra obsesión de los padres

Es inevitable que los padres comparemos a los hijos con los del entorno. Pero el desarrollo de los niños es una abanico. Hay que tenerlo en cuenta.

El primer baño, cómo afrontarlo en casa

Lo habitual es bañarlo a diario en España. En Europa se baña más cada dos días, salvo la zona genital. El agua debe estar templada a los 34 grados, para controlarla se puede usar un termómetro de bañera. Nunca se deben dejar solo a un niño en la bañera. Nunca.