"Los uigures somos como los gitanos", afirma el profesor Ilham Tohti

AGENCIA EFE 04/07/2010 17:32

"No puedo culpar por completo al Partido Comunista o a los chinos Han de nuestras desgracias", señala Tohti (Atush, 1969) en una entrevista con Efe en su domicilio. "Aunque tuviéramos democracia, no habría solidaridad hacia nosotros, somos como los gitanos".

Desconocidos para Occidente hasta hace un año, los uigures descienden de tribus nómadas altaicas de Asia Central y hoy están diseminados entre Xinjiang, Kazajistán, Kirguizistán y Uzbekistán, y en menor medida en Mongolia, Pakistán, Afganistán, Turquía y Rusia.

De ahí que Pekín tema que un refuerzo de su identidad, unido a su fe musulmana, cree un polvorín del tipo kurdo en un territorio cuyos abundantes recursos naturales necesita: "Las empresas estatales chinas suponen un 70 por ciento del PIB de Xinjiang, controlan los recursos y la energía", explica el académico.

"La nación uigur -prosigue- no se beneficia de esta industrialización. Un 90 por ciento de los uigures todavía vive en el campo", señala este economista que calcula en un 60 por ciento el desempleo de su etnia, la tasa más alta del planeta.

Su domicilio es diáfano y sencillo. Una alfombra uigur domina la estancia principal y sobre ella un pequeño tapiz con la imagen del lobo, el símbolo de su etnia -opuesta al dragón chino-, presente en los ritos de paso y en el nacimiento de un bebé.

Tohti dio a conocer la situación de los uigures antes de las violentas protestas del 5 de julio de 2009, en su web, Uighur Online, fundada en 2006 y con un millón de visitas diarias, lo que le valió dos meses de detención por "instigar a la violencia".

Pero este profesor de la Universidad de las Nacionalidades de Pekín se declara constitucionalista: "Los uigures en el exilio me critican por no defender la independencia", pero ésta "no es posible, sólo causaría más sangre y más conflicto".

Tohti exige que se aplique la ley de regiones autónomas, ya que así "se reducirá la angustia del pueblo y los uigures tendremos igualdad en derechos religiosos, educación y empleo".

Pasto de invasiones continuas de las tribus asiáticas y del dominio chino desde hace más de 2.000 años, en el siglo VIII los uigures formaron su propio gobierno bajo control de la dinastía Tang y en 1933 y 1944 proclamaron la república independiente del Turkestán Oriental Islámico.

Pero los maoístas anexionaron la región en 1949.

Tohti no duda de que los uigures eran una de las 19 tribus que poblaban la zona antes de la primera invasión china. Por eso, dice, su lengua, similar la turca, conserva vocablos de los tocarios, que vivían en la cuenca del Tarim (Xinjiang) hace 4.000 años.

Otros estudiosos vinculan a los uigures con la llegada de los turcos y con la Ruta de la Seda, pero según Tohti esto es porque se basan en registros chinos no fiables.

El profesor, que cada semana imparte "foros" sobre los uigures a los alumnos de esa etnia, kazajos y "Han" de su universidad, intenta desvincular a su grupo del Islam, la última fe que abrazaron y que Pekín ha aprovechado para asociarlos con cédulas terroristas.

En este sentido, explica que la fe musulmana es parte de su cultura, "pero nosotros somos distintos a los árabes. China ha aprovechado con éxito los conflictos en esos países y los malentendidos occidentales sobre los musulmanes".

"Los uigures estamos siendo olvidados", prosigue. "Después de las protestas "ningún medio musulmán me entrevistó. Esos países tienen miedo de China, dependen de China. Los países de Asia Central, también. La nación uigur es cada vez más débil".

Si el mundo musulmán no hace nada por ellos, Occidente menos, asegura. "No saben cómo tratar a China; necesitan su ayuda por la crisis y no se atreven a criticar".

En cuanto a la etnia "Han", declara que "no son enemigos de los uigures. Tenemos los mismos problemas: la corrupción del régimen, la expropiación de tierras, la censura".

Numerosos grupos de derechos humanos han pedido una investigación sobre la revuelta de Urumqi hace un año; Tohti tiene datos, pero prefiere ser prudente: "Va a pasar tiempo antes de que se sepa la verdad, tal vez 30 años, como sucedió en Polonia o en Rusia".

Los analistas señalan que la avalancha de colonos chinos, que ya suponen más de la mitad de los 20 millones de habitantes de Xinjiang, frente a la pobreza y desamparo uigur fue el detonante de la violencia. EFE

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Marga Zambrana