Los narcos invaden la playa: detenidos tras embarrancar una narcolancha en medio de los bañistas en Cádiz

  • Los bañistas han visto, aterrorizados, cómo la lancha se ha lanzado contra la playa en la Línea de la Concepción

  • Hay cuatro detenidos

La escena es para los bañistas de la playa de Sobrevela, en La Línea, casi habitual. Narcolanchas y embarcaciones de aprovisionamiento del narcotráfico, se refugian en días de poniente al abrigo del Peñón. Entre Gibraltar y Sotogrande, cuentan a NIUS fuentes de la lucha contra el narcotráfico, muchas gomas escapan del temporal, que arrecia en medio del Estrecho. Y en esas debía estar una de estas embarcaciones, cuando ha sido sorprendida por Guardia Civil y Vigilancia Aduanera.

A partir de ahí, una persecución, otra más, frente a los ojos de los ciudadanos de La Linea, que a esa hora, en torno a las seis de la tarde, disfrutaban de estos primero baños tras la pandemia. Idas y venidas a toda velocidad, y de repente la exclamación sorprendida de un niño, al lado de quien graba la persecución: "¡Qué viene!, ¡qué viene!".

"¡Qué viene!, ¡qué viene!"

Lo que sigue parece más una escena de película, que una situación real. Perseguida por las fuerzas del orden la narcolancha, se dirige a toda velocidad hacia la playa. A tanta, que cuando toca tierra su motor sigue empujándola sobre la arena, hasta embarrancar narcos y lancha a más de 20 metros de la orilla.

"Me parece terrible, no le dan valor ninguno a la vida de las personas", dice a NIUS Francisco Mena, presidente de la Coordinadora contra la droga Alternativas. "Entrar con la narcolancha como han entrado, de esa manera, si allí llega a haber una familia con niños, se los llevan por delante. No le dan valor a la vida de las personas honradas que están disfrutando de la playa".

Sobre la narcolancha, a menos de diez metros de altura, el helicóptero, persigue a los tripulantes que intentan escapar playa a través. El ruido del motor de la embarcación, moviendo una helice, que bate arena, se mezcla con el de los rotores.

"Entrar con la narcolancha como han entrado, de esa manera, si allí llega a haber una familia con niños, se los llevan por delante.

Al final un gran susto y cuatro detenidos. A bordo no había droga. Se trata seguramente, dadas sus caraterísticas, de una `petaquera´, una lancha destinada a aprovisionar de gasolina a las encargadas de los alijos.

El narcotráfico sella con esta tremenda imagen, su peculiar desescalada. Limitados sus movimientos por el estado de alerta, una vez relajado el confinamiento vuelven a hacer de las suyas en el Estrecho.