La pequeña estaba durmiendo en el suelo, muy cerca de su hermana, cuando su padre llegó borracho a casa tras una boda. Según asegura el ‘Washington Post’, el hombre entonces se tumbó a su lado y, tapándole la boca, comenzó a abusar de ella.
Cuando fue preguntada al respecto por otros miembros de su familia, la joven se dedicó a decir que su padre únicamente le había tocado la mano. Seguramente, si le hubiera contado la verdad, sus hermanos mayores le hubieran pegado una paliza. Sin embargo, cuando la familia se enteró de la mentira, el caso fue presentado ante el consejo de la tribu, quienes creyeron (al igual que lo hacía su familia) que la joven debía ser castigada por dicha mentira, mientras que el padre no debía serlo ya que "iba borracho" y no era consciente de sus actos. Incluso ella cree que los latigazos eran merecidos y que, afortunadamente, no le dolió “ya que la azotaron muy suavemente”.