Willy Toledo se sentará el próximo lunes en el banquillo por insultar a Dios y a la Virgen en su cuenta en Facebook. La asociación Abogados Cristianos ha acusado al conocido actor por delitos contra la libertad de conciencia y de ofensa a los sentimientos religiosos y otro delito de obstrucción a la justicia.
El juzgado de lo Penal número 26 de Madrid valorará si varios mensajes publicados en su perfil de la red social Facebook en 2015 y 2017 constituyen delitos. La defensa del actor y la Fiscalía rechazan la petición de 22 meses de multa que pide la asociación de religiosos y exigen su absolución al considerar sus comentarios en el marco de la libertad de expresión.
"Nos encontramos ante expresiones que, si bien pueden resultar malsonantes, incluso ofender a algunas personas, están amparadas por la libertad de expresión, máxime en el contexto de crítica política en el que son pronunciadas. Si todas las expresiones que ofenden a alguien fueran constitutivas de delito, habría más personas dentro de las prisiones que fuera", argumentó el abogado de Willy Toledo, Endika Zulueta.
El letrado ha reivindicado la despenalización del delito contra los sentimientos religiosos y ha criticado la postura de la asociación de Abogados Cristianos por estar "en las antípodas de la defensa de la libertad de expresión, formulando una acusación más acorde con los parámetros manejados en su momento por la Santa Inquisición, que por los que se corresponde a un Estado aconfesional del siglo XXI ".
Endika Zulueta en un comunicado se ha mostrado "convencido" de que Toledo "resultará finalmente absuelto" y con "confianza" de que el actor "sea la última persona enjuiciada" en España por un delito religioso que, a su juicio, "debía estar fuera del Código Penal, al menos, desde 1978".
Durante la fase de instrucción, Willy Toledo fue llamado a declarar en tres ocasiones y al no acudir a las dos primeras citaciones por considerar que no había cometido "delito alguno" fue detenido el pasado 12 de septiembre para asegurar su comparecencia en los Juzgados.
El juez del juzgado número 11 de Madrid concluyó en su auto que los hechos objeto de instrucción podrían ser "constitutivos de un delito contra los sentimientos religiosos" haciendo alusión al artículo 525 del Código Penal.