Cantabria

Lluvias excepcionales dejan en Santander inundaciones, túneles cerrados y locales anegados: así ha quedado la ciudad tras la tormenta

Santander ha amanecido con coches a la deriva y calles llenas de lodo y hojas. Informativos Telecinco
  • La tormenta sorprendió a vecinos y conductores, dejando almacenes y comercios anegados

  • Los bomberos trabajaron durante horas en tareas de achique y limpieza tras el temporal

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Santander vivió este jueves una intensa tromba de agua que duró unas dos horas y sorprendió a vecinos y conductores, dejando tras de sí importantes desperfectos. La fuerte tormenta, unas lluvias excepcionales, fue breve pero muy intensa, provocó inundaciones en distintos puntos de la ciudad, retenciones en los accesos y obligó al cierre de varios túneles.

Una de las zonas más afectadas fue un polígono industrial, donde empresarios y trabajadores se afanaban en retirar el agua tras un largo día. “Hemos llegado y el agua nos llevaba por las rodillas y todavía seguía subiendo el nivel”, relataba un empleado de un almacén completamente anegado.

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Calles convertidas en ríos

Las alcantarillas no pudieron absorber el caudal y Santander amanecía con coches a la deriva y calles llenas de lodo y hojas. “Estaba inundado, lleno de hojas, lleno de todo”, resumía un vecino. La lluvia cayó con tal intensidad durante dos horas que muchos aseguraron que que se había hecho eterna.

Comercios y locales afectados

Los efectos del agua se notaron también en los negocios. “Se ha metido dentro de las tiendas, de los comercios, todos, todos, todos, todos”, lamentaba otro vecino. La sorpresa pilló a la mayoría desprevenidos, incluso a la propia Agencia Estatal de Meteorología, que activó el aviso rojo por lluvias cuando lo peor ya había pasado. “Por dentro de los parques interiores está entero, entero, entero, como una piscina”, añadía un testigo.

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Bomberos y vecinos en tareas de limpieza

Tras la tormenta, los bomberos se coordinaron con los afectados para iniciar las labores de achique y limpieza. “Más de dos horas aquí, trabajando todos muy duro”, contaba una vecina mientras retiraba agua y barro de su vivienda.

De la tormenta a la calma en apenas unas horas. Pero esta vez, en pleno verano.