Cambio climático

Récords de temperatura en la superficie del mar: los investigadores alertan del peligro que esto conlleva

Estado del mar debido a un temporal. E.P
  • Se investiga un récord de "contenido de calor" en las capas más profundas del mar

  • Muchas especies marinas podrían sufrir graves consecuencias

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Las temperaturas promedio de la superficie del mar han alcanzado anomalías nunca vistas este 2025. Los investigadores del Sistema de Predicción y Observación Costero de Baleares (Socib) han detectado un récord de "contenido de calor" en capas más profundas y una mayor tendencia de calentamiento superior a 500 metros.

Este año, el Mar Balear ha sufrido anomalías de temperatura en todas las estaciones. Las temperaturas promedio en aguas de Baleares han sido de entre 2 y 4 grados por encima de lo normal y alcanzaron hasta 5 grados de más a principios de julio.

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Temperaturas más altas que nunca

La investigadora del Socib, Mélanie Juza, explica lo inusual de estas subidas de temperatura sobre las que subraya que, hasta el momento, habían supuesto un “récord a nivel regional".

"Fueron importantes en invierno y primavera y muy importantes en verano, con récords en junio y julio", explica Juza.

"Este ha sido el mes de junio más caluroso jamás registrado desde 1982, que es desde cuando tenemos datos de satélite", destaca la responsable de la instalación de teledetección satelital del centro científico.

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Además de los altos promedios regionales, el Socib ha detectado localmente temperaturas aún más cálidas, con 28,5 °C el 7 de julio, un récord absoluto para esa fecha. El 1 de julio, la boya de Dragonera registró 31 °C, récord total para este mes.

Junto a los datos de satélite y las boyas, el organismo dispone de otras plataformas de observación como los planeadores submarinos y las boyas perfiladoras, que registran temperatura, salinidad y presión a lo largo de líneas verticales y permiten calcular "el contenido de calor de toda la columna de agua para los primeros 150 y hasta 700 metros de profundidad".

"Y el verano de 2025, en las Islas Baleares, se ha alcanzado un récord de contenido de calor en las capas más profundas", advierte Juza.

Más de 200 días de temperaturas extremas

Cuando las temperaturas oceánicas se mantienen más de cinco días en valores extremos -por encima del 90 % de los datos históricos- se produce lo que se conocen como "olas de calor marinas". El año con más episodios en Baleares fue 2022, pero la anomalía máxima se ha alcanzado este año.

"En junio y julio de 2025, por primera vez tanto en el Mar Balear como en Alborán, se alcanzó una ola de calor marina de categoría 3 de severidad, la más alta", señala Juza.

Este año se han alcanzado hasta 210 días de olas de calor marinas en torno al archipiélago, respecto al período de referencia 1982-2015. En 2022, fueron 232 días, "una barbaridad", advierte la científica.

Después de tres años consecutivos de récords de temperaturas oceánicas y olas de calor marinas, "2025 ya se posiciona como otro año récord y cuarto muy anómalo seguido", resume Juza.

"Si bien la anomalía es más importante en la superficie, ahora vemos que, en la capa intermedia, alrededor de 500 metros de profundidad, la tendencia de aumento es más intensa". "Una vez que el agua caliente está en profundidad, donde no conecta con la superficie, ahí es muy difícil enfriarla", explica.

La especialista en Oceanografía Física recuerda que el aumento de las temperaturas del océano en las últimas décadas es a consecuencia del calentamiento global: "El océano actúa como un almacén natural de calor y ya ha absorbido más de un 90 % del exceso de calor asociado a las actividades humanas".

Consecuencias y peligros del cambio climático

El Mediterráneo es una de las regiones más vulnerables al cambio climático debido a que es una cuenca semicerrada, relativamente pequeña y donde las olas de calor marinas se producen en relación con las olas de calor atmosféricas.

Las temperaturas al alza y los eventos extremos de calor en el océano amenazan los ecosistemas y tienen "consecuencias devastadoras en especies marinas y hábitats, tanto en la superficie como en aguas más profundas", afirma Juza.

Entre esas consecuencias destacan el deterioro de praderas oceánicas, mortalidad de corales y gorgonias, floraciones de algas nocivas, mortalidad masiva de organismos, alteración del ciclo de reproducción y crecimiento de los peces, cambio de abundancia y de distribución de especies y la tropicalización del océano con especies invasoras.

La investigadora subraya además que el calentamiento del mar contribuye a la reducción del oxígeno. "Y la mitad del oxígeno que respiramos viene del océano", advierte.

Otro efecto es que, al aportar más calor y humedad a la atmósfera, las temperaturas altas del océano contribuyen a intensificar los eventos meteorológicos extremos como las tormentas con lluvias torrenciales. Además de esto, Juza explica que, conocer la cantidad de calor a profundidades intermedias, es fundamental para poder ayudar en los pronósticos meteorológicos.

En definitiva, Juza hace hincapié en la necesidad de actuar. "La comunidad internacional ha sido clara: hay que reducir las emisiones de gases de efecto invernadero de manera inmediata, perdurable y a gran escala; hay que preservar los espacios de naturaleza como las praderas oceánicas y proteger los océanos, porque sufren del calentamiento global, pero también la degradación derivada de la sobrepesca, tráfico marítimo, contaminación y urbanización costera".