La senderista que halló el cadáver calcinado de Beatriz Guijarro en Oliva: "Desde el principio sospechamos que era Bea"
La mujer salió con un amigo a pasear por el monte donde este verano hubo un incendio
Todas las incógnitas de la muerte de Beatriz Guijarro en Oliva: una grabación, un incendio y el cadáver calcinado
El cadáver de Beatriz Guijarro, una mujer desaparecida en Oliva el pasado agosto, ha sido hallado calcinado en mitad de un monte. Una de las senderistas que la encontró ha contado que “desde el principio sospechamos que era Bea".
La mujer, de Oliva, localidad de la fallecida, paseaba con su perro y un amigo por la montaña de la Creu, muy cerca de donde fue vista con vida por última vez Beatriz Guijarro.
"Nos gusta mucho salir a explorar la montaña a ver qué nos encontramos y decidimos ir ahí para ver si el fuego había dejado al descubierto alguna curiosidad", relata la montañista a Levante-EMV. El pasado septiembre, un mes después de la desaparición de Beatriz hubo un incendio en la zona de monte de Oliva, provocado, presuntamente, por un vecino tras un rifirrafe con otro.
El fuerte olor y las moscas alertaron a los senderistas
Los senderistas estaban haciendo un descanso en su ruta cuando notaron un olor fuerte y muchas moscas. “Primero pensábamos que se trataba de una higuera y al ver que eran huesos pensamos que se trataba de algún animal muerto, de algún jabalí quizás que muriera quemado en el incendio", relata la mujer.
Pero "mi amigo”, relata, “se dio cuenta de que era un cráneo. Nos fijamos mejor y nos dimos cuenta de que era una persona".
"Desde el primer momento sospechamos que era Bea. Lo pensamos porque en el pueblo todo el mundo está hablando del tema", sentencia la mujer.
La pareja llamó a la Guardia Civil para avisar que se habían encontrado un cadáver. Los agentes accedieron al lugar donde estaba el cuerpo con su ayuda y les dijeron que tendrían que acudir a declarar al juzgado.