Los amores de Charo Vega: de Tony Caravaca a José Soto

Para muchos, Charo Vega, puede ser una perfecta desconocida, no obstante, la primera expulsada de 'Supervivientes 2022' es ni más ni menos que la nieta de Pastora Imperio, mito de la canción española, estrella del cine mudo, amante de Alfonso XIII. Su vinculación con el mundo de la cultura flamenca la llevó directamente a ser una de las mejores amigas de Carmina Ordoñez y a tener una espléndida relación con la familia Flores.

Charo Vega, ha tenido una vida agridulce, a los 40 años se enganchó a las drogas y su salida de ellas fue algo complicada. Aun así, Charo ha vivido mucho en a sus 64 primaveras, y ha disfrutado al máximo todo lo que ha hecho. La ex superviviente ha tenido y tiene una vida llena de amor, entre sus amores están Juan Manuel Serrat, Fernando Jiménez Varela, Tony Caravaca y José Soto, también conocido como `Sorderita´. Analizamos todas las historias de amor de la exsuperviviente, Charo Vega.

Charo lleva el arte en las venas y ya siendo una adolescente se le relacionó con Juan Manuel Serrat. Su amor fue muy sonado allá por 1973, cuando el cantante se acababa de separar de la modelo Mercedes Doménech. Juan Manuel conoció a Charo en Madrid y vivieron una corta pero intensa historia de amor a caballo entre Madrid, Barcelona y Marbella. El romántico poeta, encandiló a Charo recitándole varios versos de la canción `Mediterráneo´, mientras la componía. 

El corto romance de la pareja acaparó algunas portadas de la prensa rosa de la época, años después y en boca de la propia nieta de Pastora Imperio se dio a conocer que la diferencia de edad entre ambos, 14 años para ser exactos, fue el motivo por el que lo suyo se enfrió y no llegó a buen puerto.

A finales del año pasado, Charo, compartía en su perfil de Instagram una foto en la que podemos ver el aspecto que tenía durante su romance con Juan Manuel. 

En 1974 con tan solo 17 años, Charo pasaba por el altar con Fernando Jiménez Varela, un reputado hombre de negocios marbellí. Poco tiempo después de su matrimonio, la pareja daba la bienvenida a su hija Triana, orgullo de la pareja. Lamentablemente la pareja no prosiguió con su relación.

Poco le duró la pena, pues Charo Vega se enamoró y se casó con Tony Caravaca. Su marido, era uno de los representantes artísticos más importantes de los años 80 y 90. Entre los famosos a los que representaba estaban Isabel Pantoja, Millán Salcedo, Martes y Trece, Lola Flores y Carmina Ordóñez. Gracias a su marido Charo tuvo una excelente relación con todos ellos, especialmente con Carmina.

Charo y Toni estuvieron un juntos hasta los años 2000 y fruto de su historia de amor, nació Curro. Durante los años que duró el matrimonio, el representante estuvo muy volcado en su trabajo y Charo estaba completamente feliz moviéndose como pez en el agua en un ambiente en el que se sentía ella al 100% aunque siempre en un discreto segundo plano. Charo y Toni fueron padres muy jóvenes, no obstante, se volcaron totalmente en la educación de Triana y su hijo en común y siempre que podían los llevaban a los eventos, tal vez, por eso ambos llevan el arte en las venas.

Toni y Charo ponen fin a su relación en el 2000 y gracias a su vinculación con el arte flamenco, Charo conoce a José Soto, apodado `Sorderita´ y componente del grupo Ketama. Ambos se enamoraron locamente y vivieron un amor durante once años. La pasión del arte flamenco y la música los llevó por los escenarios y ciudades nacionales e internacionales.  

Nada hacía presagiar que, tras tantos años de amor incondicional, `Sorderita´, llamaría por teléfono a Charo para confesarle que su relación se terminaba pues él le iba a dar una segunda oportunidad a su ex mujer. Tras la sorprendente ruptura a Charo le costó mucho reponerse y se apoyó en su por aquel entonces amiga Isabel Pantoja. Este mismo año, 2011, Charo comenzaba un tratamiento de desintoxicación, que le llevó hasta la clínica López-Ibor en 2013, para tratarse la depresión causada por el alcoholismo.