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Violeta Mangriñán acaba de convertirse en madre de su primera hija. La exconcursante de 'Supervivientes' fue dada de alta tras dar a luz en un hospital privado con servicio especial, sin embargo, tras pasar las primeras horas en casa con Gala, la joven se ha visto obligada a acudir a urgencias debido a un pequeño problema relacionado con su posparto.
A través de sus redes sociales, la joven ha querido compartir con sus seguidores el malestar que sufre y el motivo por el que ha tenido que regresar al centro hospitalario. "Llevo todo el día con dolor de cabeza y dolor muy fuerte de riñones. Me he hecho un test covid y he dado negativo", explica en uno de sus stories.
"Voy a urgencias ahora para descartar que sea infección de orina, porque lo paso muy mal al ir al wc, cada día me duele más en vez de ir a menos", añade.
Violeta, que apenas 24 horas después de traer al mundo a su hija quiso mostrar la realidad de su cuerpo y de su barriga tras dar a luz, ya hablaba hace unos días de un fuerte "escozor horrible" en sus "partes íntimas" y un "malestar general" que podría haber empeorado en las últimas horas.
"Pues sí, tengo infección de orina. Con razón me sentía tan tan mal hoy. Si ya no estaba reventada de todos estos días y de no dormir, ahora antibióticos que me dejan hecha una porquería", ha dicho horas más tarde tras ser estudiada por los facultativos.
Después del parto, muchas mujeres pueden desarrollar infecciones de este tipo. El tratamiento es simple y normalmente se cura con la toma de antibióticos específicos adaptados para la lactancia - en caso de dar el pecho - y la toma de líquidos. Como norma general esto no tendría por qué ir a más, sin embargo, muchos médicos recomiendan una revisión pasados unos días para evitar riesgos.
Las infecciones urinarias son bastante comunes durante el puerperio. Se dan principalmente en mujeres a las que se les ha puesto un catéter o una sonda durante la hospitalización, aunque también puede deberse a las manipulaciones durante el parto. Su tratamiento es importante, ya que hay riesgo de que la infección pase a los riñones y acabe evolucionando en una pielonefritis.