En noviembre de 2002, María Teresa Campos acudió a Barcelona para recoger un premio Ondas por su labor profesional. La presentadora aprovechó el desplazamiento para hacer historia en Telecinco y presentar desde el plató de “Crónicas Marcianas” parte de su programa matinal. Y fue una sucesión de momentazos...
El mítico crossover no pudo ser más marciano. Empezaba con una Teresa Campos uniformada con el traje negro y la chapa en el pecho característicos de “Crónicas Marcianas”. La presentadora salía al plató desorientada y fingiendo haber sido abducida, pero alegrándose de que el público fuese “gente normal y no verde ni con trompetilla”.
Lo que tenía que ser una experiencia festiva, con la presencia de colaboradores y amigos queridos por Teresa, le guardaba, sin embargo, un importante disgusto. Ya en la presentación de Norma Duval, Teresa dejó entrever que algo no iba como se esperaba. “Yo quiero que entre Norma Duval, no vayan a creer que está enfadada ni nada”, dijo la presentadora.
Y efectivamente, aunque en un principio Norma Duval quiso aparentar normalidad y felicitar a su amiga por el premio, finalmente no pudo más y estalló contra el programa “Crónicas Marcianas” zanjando la entrevista y abandonando el plató precipitadamente. Eso sí, no sin antes dejar claro que lo hacía porque desde allí se había mentido contra su honor y su intimidad.
María Teresa Campos superó la incomodidad de la situación con la solvencia que siempre le ha caracterizado. La malagueña pidió música y se subió a la mesa de “Crónicas Marcianas” diciendo que cumplía con ello una de las ilusiones de su vida.
El programa acabó por todo lo alto, pues Xavier Sardá irrumpió por sorpresa en el plató para subirse a la mesa y bailar con la Campos la canción “Sex Bomb”. Un final genial para un amargo hito televisivo.