Juan Reyes y Norma Elizondo son sin duda una de las parejas más felices y estables de San Marcos. Cada día son más los que envidian al matrimonio y quedan impresionados por el hogar que han construido a base de cariño y amor. Sin embargo, los problemas de los mellizos, y la llegada de Rosario Montes han desgastado poco a poco la relación.
Todo empeora con la llegada de Albin Duarte. Andrés celebra una fiesta en la hacienda e invita a algunos de sus amigos más cercanos. Entre ellos se encuentra un atractivo hombre llamado Albin. Se trata de uno de los caballistas más aclamados de la región. Es apuesto, inteligente y muy caballeroso, algo que no pasa inadvertido para Norma.
La hermana de Sarita y Jimena cae rendida a los pies del amigo de su sobrino y aunque le advierte de que tiene marido, es incapaz de negarle un baile y una buena conversación acompañada de vino.
A Juan Reyes no se le escapa una e inmediatamente siente miedo por perder a su mujer. El vaquero se confiesa con el abuelo Martín y aunque éste trata de tranquilizarle y le asegura que su nieta solo tiene ojos para él, Juan no las tiene todas consigo.