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Gran Hermano

Raúl se rebela cuando le cargan culpas que no le corresponden

Aroa fue a degüello a por Raúl el jueves pasado acusándole de ser culpable de que ella no esté en la final. A nadie le gusta cagar con culpas que no le corresponden. Además, hoy comienzan los daguerrotipos.

Raúl habla de Aroa
Raúl habla de Aroa. telecinco.es

Analizar ‘realities’ es para el gato tan satisfactorio como formar parte de ellos para sus concursantes. El placer de ver frente al de ser visto.

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Raúl no se olvida de Aroa y reniega de ella ahora que no está. Más después de la visita de esta el domingo como jefa de campaña de Quili. Aroa aprovechó para cobrarse alguna factura pendiente de pago, según ella. Una es la que le debe Raúl por haber elegido a Rocío para continuar los duelos tras su salvación. El soriano abrió fuego en los duelos el pasado jueves y los que se salvaban señalaban al próximo en elegir pareja a la que retar. Elegir pareja da una ventaja importante, por lo que Aroa pensó que sería ella la elegida. Ahora está convencida de que si Raúl hubiera dicho su nombre en lugar del de Rocío se habría podido salvar y, por tanto, llegar a la final.

El jueves pasado Aroa le afeaba a Raúl su elección en los duelos, lo cual significa cargar en él una culpa que no le corresponde. Raúl cree que Aroa no ha aceptado que ya está fuera del juego y ni acepta ni comparte que sea culpable de lo que le haya sucedido a la exconcursante. Es un error esperar que el prójimo te salve el pescuezo cuando es momento de pensar solamente en el propio interés. Al menos esa debe ser la principal preocupación. Por tanto, Raúl hizo la elección que quiso, sin ninguna sensación de tener necesidad u obligación de ayudar a nadie. En definitiva, todos han entrado solos (menos Rocío y Desi) y solos se van a marchar. Por muy buena relación que hayan tenido con otro u otros compañeros, en todo momento son rivales, más aún a las puertas de la final.

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Prueba del vestuario para la final

Daguerrotipos de los finalistas

Hoy y mañana dedicaré una parte importante de estos escritos en hacer los tradicionales daguerrotipos de los finalistas. Solo debo hacer una salvedad, este año serán más breves que de costumbre, a juego con la brevedad de la edición que terminará en dos días. Comienzo estos perfiles escritos bajo mi personal prisma con Cristian y Quili, para rematar mañana con Raúl y Rocío. Podría alegar que están ordenados alfabéticamente, pero la realidad es que la elección del orden ha sido caprichosa, aunque todo tenga un sentido. Antes de ir a esto haré algún que otro comentario de lo sucedido ayer en la casa de Tres Cantos.

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La sensación cuando hay tan pocos en la casa es siempre de nostalgia. Rara vez siguen los enfrentamientos siendo cuatro concursantes tan solo. Las conversaciones que más predominan son sobre quienes ya no están, recordando lo vivido. Por suerte, no les pasa lo de la esposa de Lot en el Génesis, que al mirar hacia atrás (desobedeciendo en ese caso la orden de no hacerlo) se convertían en estatuas de sal. Aquí es algo inevitable y para nada poco deseable. Esa pátina de nostalgia se interrumpe tan solo con cosas como que les lleven los trajes y vestidos para la final.

Familiares o amigos les facilitan el vestuario para tan crucial momento. Ayer ya lo habían recibido todos, algunos como una única opción y otros con varias alternativas. Rocío se probó tres modelos y entendí que se quedará el vestido negro con lentejuelas. Raúl y Cristian irán con sendos trajes clásicos, sin ninguna floritura, aunque también es cierto que no se los pusieron con complementos (corbatas y demás), por lo que no está desvelado del todo el tema. Se sale de lo tradicional Quili, con un traje blanco a lo Tony Manero, pero con un cuerpo transparente de pedrería que le pega todo a un concursante que en su vídeo de presentación anunciaba la intención de que España entera le viera brillar. Helo ahí.

Más pruebas de vestuario

Cristian: impostor de refinada técnica

Ya tuve que resumir mis impresiones sobre Cristian ante la final de Uno de GH20 y ahora repetiría lo dicho. Debo confesar que no estaba tan seguro días después de haber empezado la edición. Entonces dudé si no era el impostor que me había parecido durante las semanas de estancia en el pisito. ¿Era tan perfecto y bienintencionado como parecía? Evidentemente no. Esas dudas mías me hacen tener la convicción de que su técnica como impostor es tan refinada que da hasta miedo. Pavor me da que haya llegado a dudar si lo suyo no era pura impostura.

Después del mes y medio largo que duró la fase final del casting para elegir un concursante (finalmente fueron dos) de esta edición pensé que no vería nada nuevo en Cristian si era el elegido para entrar en la nueva casa de Gran Hermano. Otro mes y medio después certifico que así ha sido. No he descubierto en él nada que no supiera ya. No deja de ser irónico que se haya dicho tanto de Joon, su compañero en los dos concursos sucesivos, que no se ha dejado conocer, cuando en realidad es Cristian al que menos hemos conocido. El que se nos ha mostrado en todo momento no es él, sino un especie de ciborg programado para parecer la mejor persona del mundo.

Daguerrotipo de Cristian

Me fascina de Cristian su capacidad para hablar sin control ni medida, dejando con frecuencia noqueados a sus interlocutores. Ahora ya sé que en la feria ejerce de charlatán. Si no se han terminado de fiar de él es porque han debido notar la desconcertante técnica que usa para anestesiar habitualmente al otro con sus hemorragias verbales. Habla sin pensar lo que dice y su discurso da continuos giros pudiendo acabar afirmando lo contrario que en un principio. Y lo hace de manera que sus interlocutores no se dan cuenta y caen en la trampa muchas veces.

Digo que es una técnica depurada la suya, pero no tanto como para haber podido evitar ser descubierto por aquella compañera que lo conoció en el oasis y con quien la relación ha pasado por varias fases, desde la fascinación hasta el desencanto. Rocío ha descubierto la tramoya que rodea a Cristian, es máscara de acero bajo la que se esconde una persona distinta a la que hemos conocido. Mala cosa cuando solo sale reconocer méritos discutibles, como llevar sin aparente esfuerzo la pesada carga de su impostura todo el tiempo. Casi consigue que reniegue de la famosa frase atribuida (al parecer falsamente) a Abraham Lincoln: “Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el tiempo”.

Cristian durante el concurso

Quili: hetero, ultrarreligioso y Venus del renacimiento

No le debe resultar fácil a Aquilino aunar en su personalidad las condiciones de hetero, ultrarreligioso y Venus del renacimiento de Gran Hermano. Por no entrar en la propia dificultad impuesta por su familia y la etnia a la que pertenece. Él mismo ha contado que nunca estuvo separado más de un día de su familia y le ha costado más que de costumbre cumplir con su sueño de participar en este programa. Entiendo que no se refiere al escollo que supone el casting sino a la oposición de su entorno. Aquilino, más conocido como Quili por sus amigos, es tantas cosas y tan distintas que hubiera podido ser una de las mayores atracciones de esta edición, pero en este caso la montaña parió un ratón.

Se esperaba algo grandioso, pero el resultado ha sido más bien insignificante, como en la fábula de Esopo y Horacio. Tal vez con más tiempo hubiéramos descubierto un Quili no dependiente de otros. Primero fue Paula, por quien ha vivido un rápido proceso de enamoramiento. Pero no por haber tenido un corto periodo de incubación tiene porqué ser menor la pasión. Dice el poeta Pedro Salinas: “No necesito tiempo para sabe cómo eres. Conocerse es el relámpago”. Mucho más en una comunidad reducida donde las actividades posibles se reducen al mínimo. Tras salir Paula parasitó en Aroa, necesitado de tener alguien que viviera el duelo a su lado. Me hago cargo de su situación, pero lamento no haber visto desmelenarse a Quili.

Daguerrotipo de Quili

Es una lástima que haya sacado tan poco provecho a esa dualidad suya por la que puede mostrar una personalidad apocada y taciturna para otras veces ser una diva que ríete de Beyoncé. Ha pecado de escasa energía, lo cual apagó una personalidad que pudo ser mucho más luminosa, diría incluso brillante. Durante un tiempo me inquietó su lado oscuro, esa parte que me resultó imposible de descifrar. Ahora pienso en todas las dificultades mencionadas al principio de este daguerrotipo, así como en la frustración por haberse enamorado de la persona equivocada. Los amores imposibles dejan una herida profunda, que a menudo cura solo otro amor.

Ya dije ayer que a mi juicio no hay nada que reprochar a Quili en relación con Paula, igual que tampoco a esta. Los dos fueron claros hasta transparentar prácticamente en todo momento. En cuanto a si ha explotado esa fallida trama no creo que sea así. Bastante poco ha dado la lata. Diría más, creo que fue más Venus o más Beyoncé que nunca e hizo el ademán de desmelenarse justo cuando Paula ya no estaba. Sospecho que su concurso ha sido para él mucho más útil que para el resto, la experiencia más única y el reto más complicado. Con todo, Quili ha ganado con solo llegar a la final, aunque en realidad había ya ganado desde el principio.

Quili durante el concurso

Moleskine del gato

Me dicen algunos lectores que no me he pronunciado sobre la corta duración de esta edición. La previsión inicial era que durase hasta febrero, pero las malas audiencias han provocado este recorte. Reconozco la conmoción que me produjeron ambos hechos: los datos de audiencia y el recorte en la duración de este GH20. No sé lo que se esperaba que fuera a decir, es obvio que no podía estar encantado. Las cosas son como son y nada de esto está de mi mano. Soy solo un humilde juntaletras que vive con pasión este programa del que rajo sin descanso. Demasiado a veces.

Ahora es momento para decir que deseo con fruición el éxito de lo que haya de venir. Y, por supuesto, me gustaría no quedarme con este mal sabor de boca, pudiendo seguir siendo gato por un poco más de tiempo. Quienes querían que dijese algo, aquí lo tienen.

[Todas las imágenes de este texto han sido capturadas por el autor]