El cordón de Paquirri que Isabel Pantoja entregó a Kiko Rivera el día de las campanadas está trayendo cola. Provocó un duro enfrentamiento entre Lydia Lozano y Kiko Matamoros porque los colaboradores manejaban informaciones diferentes. Lydia aseguraba que la entrega del cordón del torero a Kiko Rivera había "molestado muchísimo a Cayetano y Francisco Rivera". Información que Kiko M. negaba rotundamente. El colaborador aseguraba que no existía tal "mosqueo" porque existen "cuatro cordones". "Uno lo tiene Francisco, otro lo tiene Cayetano, otro lo tiene Kiko y otro lo tiene una cuarta persona", explicaba. La discrepancia de información llevó a que Lydia abandonara el plató por primera vez en la historia del programa pero no a que abandonara la historia. La colaboradora ha seguido indagando para aclarar la historia del cordón, descubriendo que por lo menos existen dos, uno es el que Isabel Pantoja entregó a Kiko Rivera y el otro, tal y como ha asegurado la colaboradora, lo tiene Lolita".
"Kiko M. dijo que había cuatro cordones, que uno lo tenía Fran, otro Cayetano y otro Kiko Rivera", recordaba Lydia. "He estado hablando con gente que ha visto y ha tenido en la mano ese cordón", explicaba la colaboradora, "a partir de eso sé que Paquirri compró un cordón en Venezuela, una cabeza de un Cristo, ese Cristo era muy grande y le pesaba mucho, hizo otro cordón con la cabeza del Cristo de las tres caídas que es el Cristo de su hermandad". "Yo no hablo de los otros cordones por que no lo sé", aclaraba Lydia, "hablo de que hay dos: uno lo tenía Isabel Pantoja y es el que se entregó en directo y el otro cordón se lo entregó Paquirri a Lolita".
Lydia soltaba la bomba pero no sin pruebas. Para no pillarse las manos y repetir la escena del día anterior, la colaboradora venía con los deberes hechos y con la documentación que probaba su noticia: un extracto de la biografía de Lolita. "Yo he tenido buenos regalos de Paquirri", aseguraba la cantante en su libro, "ese Cristo que está dando tantas vueltas y que me preguntan que quien lo tiene, que si lo tiene uno, que si lo tiene otro… Ese Cristo, el original, el de verdad, lo tengo yo". "Ese Cristo, el mismo que él llevaba puesto, me lo grabó por detrás: 'nunca te olvidaré. Paquirri'", insistía, "lo tengo yo y no te lo puedo enseñar porque lo tengo empeñado". "Es la cabeza de un Cristo de oro, con el cordón también de oro", explicaba Lolita, "se lo quitó y me dijo, 'esto es para ti, enana', no se lo he robado a nadie, entonces, que hablen lo que les dé la gana". "Me lo puede quitar el empeño, nada más, porque cuando las cosas han venido mal, lo he tenido que empeñar", confesaba.