La enemistad que distancia a Kiko Hernádez hija de su compañera Rosa Benito, viene de lejos. Sin embargo, el colaborador de 'Sálvame' ha decidido acudir a un concierto de la cantante para así poder hacer una crítica con base. El reportero Ion Arimendi acompañó al ex gran hermano hasta el auditorio: "Nervioso, estoy nervioso", decía a su entrada.
Allí, Kiko Hernández pudo saludar al marido de Mohedano, Andrés, quien tras darle la mano, le decía: "luego opinas, cuando la veas" y Kiko asentía. Pero también tuvo que escuchar las palabras de algunas personas que le advertían a las puertas del auditorio: "no pensaréis que lo va a hacer mal", "no te metas con ella" o "por nosotros estáis en la tele".
Ya sin Kiko, Ion entrevistó a Rosa Benito quien sólo expresaba un deseo: "Espero que su crítica sea objetiva" y añadía que no le gustaría que la presencia de Kiko "se convirtiera en un espectáculo de risas".
Hasta la propia Chayo Mohedano supo por el reportero que Kiko Hernández estaría entre los asistentes: "¡Ah! ¿Sí?", espetaba entre risas, "que valore, me encantaría que me conociera en un escenario y que valorara lo atrevido que es subirse a un escenario", concluía.
Tras el concierto, Kiko Hernández emitía su juicio de valor. Explicando que no conoce este tipo de música, preguntó a la gente a su alrededor "la mayoría decía que estaba muy bien y que Chayo había cumplido las expectativas", es más, incidía en que muchos de ellos "me decían que hacía falta tener dos ovarios para subirse al escenario".
Y, tras todas estas aclaraciones, expresaba su opinión: "Tengo que hacer honor a la verdad y decir que Chayo, ayer, chapó por ti porque lo hiciste muy bien", aunque inmediatamente después reconocía que le gustaría decir "lo contrario". Sin embargo, no pasó: "ayer estuvo espléndida y la gente salía contenta".
Pero había algo que no habíamos visto aún. Tras el concierto, Chayo Mohedano habló con Kiko Hernández ante las cámaras. El colaborador la saludaba dándole la enhorabuena: "no me lo imaginaba así" decía él, "¿Pero a bien?" preguntaba ella, "sí, a bien".
Pero fueron a más y hablaron de su 'enemistad': "yo nunca he tenido un mal rollo contigo" decía Chayo, "yo tengo mal rollo con tu madre" matizaba Kiko y le invitaba: "vamos a olvidarlo". Chayo se mostraba dispuesta pero le explicaba que durante mucho tiempo, cada día durante cuatro horas en televisión se han dicho "muchas mentiras, y ahora se ven". Y, finalmente, ambos se daban un beso y sellaban la paz.