Julián Muñoz salía de la prisión de Alhaurín de la Torre en el primer permiso de fin de semana que corresponde al tercer grado y, emocionado, abrazaba a sus hijas y a quienes le esperaban a la salida.
Pronunciaba unas palabras ante los medios de comunicación, a quienes mostraba agradecimiento “por la comprensión, el afecto, el respeto y la humanidad que habéis demostrado todos”. Por otro lado, se dirigía a Antonio García Cabrera, “que confió en mí desde el primer día, en la situación tan precaria que tengo de salud” y le daba las gracias porque le ha ayudado “altruistamente, sin cobrarme ni una peseta”.
También se dirigía a su familia y daba las gracias a sus hijas, Elia y Eloísa, a su pareja Karina y a su exmujer, Maite Zaldívar: “Todo el tiempo me han estado llegando mensajes de la preocupación que tenía por mí”.
Por otro lado, Muñoz pedía disculpas: “En su momento pedí perdón a la ciudad de Marbella, hoy sigo diciendo lo mismo porque sigo pensando lo mismo, hice daño a los ciudadanos, a la ciudad. Os puedo decir que asumo la responsabilidad que tengo, claro que sí, pero conscientemente nunca pretendí hacer daño y vuelvo a pedir perdón”.
Tras estas palabras, respondía a los medios que ha sido “muy duro” y añadía: “Este es un sitio, cuando dicen ‘a la cárcel’, en la cárcel hay que estar”. Ahora, sólo quiere “vivir” junto a sus hijos y sus nietos: “No aspiro a más”, decía. También le preguntaban por Isabel Pantoja pero eludía contestar: “Mi vida pasada fue mi vida pasada, mi vida es salir de la cárcel e intentar vivir, no me interesa lo demás”.