Las luces del plató de 'Sálvame' se apagaron mientras en la pantalla aparecía el ya famoso reloj que preside la Puerta del Sol de Madrid y, junto a la imagen, una frase "Belén y Jorge, nos dais las campanadas". En ese preciso momento, una corte de fotógrafos se colaron en el plató para recabar testimonio gráfico del histórico momento en el que la broma tan repetida en el programa se convertía en una realidad.
Como decía Jorge Javier Vázquez, "Lo que comenzó como una broma se ha convertido en realidad" y es que convertirse en portavoces del año nuevo era una ilusión tanto para el presentador como para la co presentadora.
Con la ilusión comenzaron las especulaciones, mientras caían globos y confeti, Jorge y Belén bromearon sobre cómo dar las campanadas, los errores que cometerían o le lugar donde recibirían el año nuevo "A mí me gustaría que fuera en tu casa", decía Jorge, pero a Belén le gusta más la de su jefe. Lo que sí tiene claro la Esteban es que su marido estará, aunque fuera de cámaras, a su lado y es que, como decía Jorge, "Sálvame ha sido nuestra salvación".
Y para comprobar cómo se les dará ejercer de anfitriones del año nuevo, con una campana portátil y 12 uvas cada uno, todo el equipo de 'Sálvame' se dispuso a comenzar la gala de año nuevo hablando del gran escote de Belén, del frío que hace, del ruido de la muchedumbre tras ellos y con un deseo por cabeza: Belén, que siga aguantando a Jorge; Karmele, ir a Eurovisión; el de Flor, que le saga novio; Kiko, que la baronesa Thyssen acepte a Blanca; Mila, que la Pantoja vaya a 'Sálvame deluxe' y el de Jorge Javier Vázquez: Seguir con ustedes para siempre.
Formulado el deseo, sonaron los cuartos y las doce campanadas tras las que todo el equipo de Sálvame celebró el comienzo del ficticio año nuevo.