Junior acudió a recoger el premio La Cazuela para Rocío Durcal por toda una vida dedicada al arte, y el equipo de Sálvame pudo hablar con él. Allí reconoció encontrarse muy bien pero cansado de tener que defenderse de todas las acusaciones de las que es víctima. Afirmaba haberle sentado muy mal que se le tachara de maltratador porque asegura que es totalmente mentira y que en su familia nunca ha existido ningún caso relacionado, ni nadie le ha levantado nunca la mano a nadie. Pero dice que ya está tomando medidas legales por todo esto y que al primero que ha denunciado es a su cuñado Arturo por no pagar nada desde que está viviendo ahí y por ir diciendo que pegaba a su hermana. En cuanto a la relación que mantiene con sus hijos, asegura que él no comenzó esa guerra sino que fueron ellos los que le pusieron una demanda en un semanario. Además, reconocía que jamás hubiera pensado que sus propios hijos le pusieran delante de un juez, pero que el dinero mueve montañas y es el culpable de todo lo que les está pasando. Les reprocha que deberían darle las gracias por tener todo lo que tienen pero que, sin embargo, no lo hacen porque son unos desagradecidos.
Junior sigue viviendo en la casa que tiene en Torrelodones porque es de su propiedad y asegura que seguirá allí hasta que se venda, ya que como tiene un precio elevado le está costando dar con un comprador.