¡Cumpleaños feliz! Las revoluciones televisivas de Sálvame en su décimo aniversario

Quizá fue el primer gran cambio. Hasta que 'Sálvame' llegó, que un invitado saliera de plató en directo, sin pedir permiso y sin que pasara nada, era una tragedia. Sin embargo, cierto día Tamara decidió salir de plató como alma que lleva el diablo. La exnovia de Kiko Rivera se marchó sin avisar y, sin saberlo, creó un precedente.

Hasta la llegada de Sálvame los directores eran una voz que se pronunciaba a través e un pinganillo y rara vez les veíamos. Lo único que sabíamos de ellos era lo que los presentadores le contestaban en directo pero con 'Sálvame' el lugar del director es un set más. Quizá mucha culpa es de Jorge Javier Vázquez, quien no duda en sacarles los colores a diario.

Empezamos recorriendo los pasillos a la ‘caza’ del invitado huido y han acabado formando parte del decorado. Las cámaras de ‘Sálvame’ están conectadas por una inusual cantidad de cables y es que ya se sabe, en cualquier momento tenemos que salir cámara al hombro persiguiendo a colaboradores o presentadores que, a su vez, siguen a otros ‘fugados’.

Los bloques son muy largos y, si falta mucho para publicidad, los colaboradores no dudan en pedir permiso para ir al baño. Lo mejor de todo es que muchas veces les acompañamos. Y hasta hemos hecho un test de embarazo en directo ¿Os acordáis de Paqui, ‘La Coles’? Se enteró en ‘Sálvame’ de que esperaba un hijo.

Muchas veces, el público nos trae suculentos dulces o platos regionales, manjares que nuestros colaboradores devoran en directo. Pero ahora son ellos los que también se llevan su propia comida: el jamón y el pavo son sin duda los reyes de estas meriendas.

Con Paz Padilla a la cabeza, Sálvame se convirtió en un destacamento dispuesto a ‘okupar’ otros platós y cumplieron su amenaza. El programa retransmitió en directo desde el plató de ‘El programa de Ana Rosa’, algo que no hizo ninguna gracia a todo el mundo...

Eso de que en el trabajo los temas personales se dejan a un lado no va con Sálvame. Colaboradores, presentadores y hasta directores han resuelto sus rencillas ante las cámaras y, sin duda, las idas y venidas de Lydia Lozano y Kiko Hernández son las más recordadas.

¿Os acordáis de que metimos a Kiko Hernández en una bañera llena de serpientes? Es su mayor fobia y, cierto día, se apagaron las luces de plató, le metimos en una bañera y cuando se hizo la luz, Kiko se vio rodeado de serpientes. No dijo absolutamente nada, solo se levantó y se fue. Su cara lo decía todo.

Y no es el único ¿Os acordáis del huevo de Lydia Lozano?

Nada de púlpito ni estrado. En Sálvame tenemos el ‘Pulpillo’, una plataforma móvil de la que Kiko Hernández es el rey. Cada vez que la saca a pasear ya sabemos lo que significa: ¡Tiene una bomba!

A lo largo de los años los temas estrella y la forma de abordarlos han ido dando forma a un lenguaje propio que ya todos conocemos. “Agua con misterio” o “casa de lucecitas” son, sin duda, los términos estrella.