La historia más dura de Esther del Prado

La actriz Esther del Prado llegaba a 'Sálvame' para contar uno de los episodios que más le cuesta narrar de su vida. Se trata de su experiencia con su entonces representante Tony Caravaca, marido en esos momentos de la colaboradora del programa Charo Vega. El detonante para que sus declaraciones se produzcan en este momento fueron las declaraciones de Charo Vega quien, divorciada, explicaba que su ex marido no le pasaba la pensión alimenticia de sus hijos.

Hecha esta aclaración, Esther pasaba a narrar que conoció a Caravaca cuando participó en una película de 'Martes y 13'. A partir de ese momento se convirtió en su representante y, en el inicio, todo fue "genial". Esther comenzó la grabación de un disco, e incluso iba a ser sustituta de Marta Sánchez en 'Olé, olé'.

Pero Esther explica que la situación comenzó a complicarse: "Empieza a quedar conmigo en horarios que no hubiese gente, yo tenía 19 ó 20 años". Esther asegura que veía en Tony objetivos más allá de su representación: "Toreas porque dices: A lo mejor es que doy pie, no le quería ni mirar, porque no quería que se confundiera y veía que él iba por otro lado..."

En ese punto, Esther narra una conversación que se produjo entre ellos: "Me explicó que entre representantes y representados tenían que se como un matrimonio, que lo que necesitase: Un coche, un piso..." Además, cuenta un ejemplo que asegura le mostró el propio Tony: "Me ponía el ejemplo de una persona muy famosa que la llevaba él y que le iba muy bien porque había trabajado con él de la forma que él quería... No voy a decir el nombre porque no le quiero hacer daño. Era modelo".

Pero se produjo un episodio que desencadenó los acontecimientos según Del Prado: "Un día, cerró la puerta del despacho e intentó besarme, ahí lo he pasado muy mal... Pero tengo un par y le dije: Te arranco la cabeza lo primero y lo segundo llamo a tu mujer. Abre la puerta porque te arranco la cabeza". Esther narra que tras este episodio "ya no iba a sustituir a marta Sánchez" pero, a pesar de todo, "Siguió llamando e insistiendo". Sin embargo, durante un año la actriz asegura que tuvo que cambiar de trabajo "me tuve que poner a hacer otros trabajos, poner copas lo que fuese porque no curraba".

Mila Ximénez preguntaba a Esther si temería una demanda por parte de Tony, pero ella no parece tener miedo: "Ojala me ponga una demanda porque no se la puse en su momento (...) Hay personas que saben que voy a contar esto y que van a estar ahí y de otras que están deseando".