Matamoros ha estado hoy en ‘Sálvame’ y ha respondido a todas las preguntas referentes a la que ya podría considerarse la boda del año. El colaborador se ha mostrado muy emocionado al contarnos cómo vivió la boda y cómo fueron los encuentros con sus seres queridos y, también, con los no tan queridos.
Kiko ha explicado qué fue lo que le hizo cambiar de opinión en el último momento y sus sentimientos una vez pasados el enlace: “Fui porque me apetecía y sentía que tenía que estar ahí”. El colaborador ha explicado que, a pesar de haber decidido no acudir tras escuchar cómo Diego negaba a Ana Matamoros como hermana, finalmente se lo pensó y decidió ir por miedo a arrepentirse: “Pesó mi sentimiento de padre".
Pero lo cierto es que su presencia en la boda suponía para Kiko enfrentarse a varios frentes con los que no se había topado desde hace años: Su exmujer Marian Flores y el resto de sus hijas (con las que no guarda una estrecha relación) estaban en el enlace. Kiko ha explicado cómo fue el encuentro con la madre de sus hijos: “Le fui a dar dos besos y ella me tendió la mano y no volví a cruzar palabra ni mirada con ella”; y ha aclarado que en ningún momento buscó intencionadamente aparecer fotografiado junto a ella, sino todo lo contrario: “No fui a tocar las narices ni a incomodar a nadie”. El colaborador ha explicado que, a pesar de que Diego le reservó un sitió en primera fila frente al altar, él prefirió sentarse lejos de su exmujer: “Si hubiera buscado la foto o el morbo me hubiera sentado ahí”.
A pesar de este mal trago, el reencuentro con sus hijos dejó a Kiko un mejor sabor de boca: “Mi hija Laura estuvo tremendamente cariñosa y muy agradecida porque estuviera allí”. Además, ha contado que sus disputas con Diego se aparcaron por un día y padre e hijo se besaron: “Nos dimos un abrazo muy sentido y me agradeció que me hubiera acercado”. Pero el novio y la madrina no eran los acercamientos que más preocupaban a nuestro colaborador. Su hija mayor y la pequeña también estaban en la boda, y a pesar de llevar mucho tiempo sin verse, padre e hijas también compartieron momentos de intimidad: “A la pequeña la despeiné y se cabreó un poco, y con la mayor también bien”. Además, Kiko se ha sincerado, y muy emocionado, les ha mandado un mensaje: “No tenemos una relación excesivamente cálida pero las quiero igual que a cualquiera de mis hijos”.
Por último, Kiko ha aclarado el motivo por el qué Marián habría rechazado ser la madrina del enlace: “No quiere aparecer en un reportaje, quiere permanecer al margen y no quiso ser la madrina porque sabía que iba a salir en las revistas”. Pero tanta emoción y delicadeza no eran propios de nuestro colaborador y (con un disimulado zasca) le ha regalado una de cal y otra de arena a su exmujer: “La responsabilidad es suya porque yo sí sería el padrino de mi hija aunque no quisiera aparecer en la portada”.
De esta manera Kiko ha puesto fin a todas las especulaciones sobre su asistencia a la boda de su hijo Diego y, aunque ha asegurado que se ha manejado mucha desinformación y morbo, ha querido dejar claro una cosa: “Estoy contento de haber ido”.
Antes de dar por finalizada su sección del ‘Club del espectador’, Carlota Corredera quiso comentar con Kiko Matamoros su última publicación en una red social donde aparecía con su hija Laura Matamoros. “Tener una buena relación ahora mismo con Laura me hace muy feliz. Pasamos una época complicada pero que los dos entendimos que nos necesitábamos”, comentaba el colaborador visiblemente emocionado.