Con el casco puesto y junto a Irene, así hemos visto a Kiko Rivera saliendo de su casa. El DJ no quiere mostrar su rostro y permanece en silencio desde que anunciara que sufre una depresión y que deja los escenarios. Kiko acudió a un centro de salud y, según José Antonio León, tardaremos en escucharle: “Irene está muy pendiente, él no va a hablar y no quiere ni que se le vea el rostro”.
Las informaciones no han dejado de surgir y la ausencia de un diagnóstico despierta una polémica que su amigo, Rafa Mora, ha intentado despejar: “quizá es un tema de matices, se ha encontrado tan superado por la ansiedad y tan hundido que le ha puesto un nombre, depresión, pero a lo mejor ha sido erróneo”.
Además, Rafa ha comunicado que el DJ ya tiene el parte de baja y lo ha hecho llegar a las personas que debían tenerlo. Afirma que no hablarán más por el momento y concluía diciendo: "Todo el mundo tiene derecho a pedir una tregua”,