Nacho Palau emprendió una guerra judicial contra su expareja, Miguel Bosé, para conseguir la filiación de sus hijos y que los cuatro niños se críen por igual ya es cada uno de ellos figura como padre de dos de los niños niños.
Sin embargo, parece que hubo un convenio, un acuerdo al que la pareja llegó en el año 2016 en Panamá cuando la relación ya no iba bien: “Era para solucionar el proyecto en común que hasta entonces habían tenido”.
“Se habla de un dinero, se habla de un coche, una casa… lo que pasa que los convenios están para cumplirlos las dos partes y no solo son cosas materiales”, apuntaba la periodista, recordando que hay aspectos de la educación y del día a día de unos niños en los que ambos tienen que intervenir: “Lo que puede entender es que no se le deja vía para desarrollarse como padre tal y como habían pactado”.
En ese contexto, dejaron Panamá para regresar a España, pero Miguel Bosé se tuvo que trasladar a México por trabajo y habría ofrecido a Nacho ir en las mismas condiciones: “Dijo que en las mismas condiciones no estaba de acuerdo”.
Finalmente, la colaboradora insistía que lo que hizo Nacho fue “romper” el convenio y luego habría emprendido su batalla judicial: “Como lo que yo quiero es ejercer de padre, no quiero este convenio”.