18.00 - 2.00 | El intento de conversación de Cristina con Luca

La casa está muy metida en las pequeñas olimpiadas que les ocupan como prueba semanal. Pero eso no impide el desarrollo de otras tramas. El bajón anímico de Julen ha hecho sospechar a sus compañeros que algo pasó en el cubo el jueves y Isabel, bien atinada, sospecha que ella está nominada.

Recordando las nominaciones: Adara, Isabel y Lucía son las nominadas de esta semana y mañana lo sabrán en la casa. Porque, por ahora, su última información es que los nombres en la palestra son Adara, Lucía y Luca.

En plena prueba de salto, conectamos con la casa.

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La conversación

"Tú tienes que decir lo que piensas", le dice Luca a Cristina. "Pienso que a lo mejor hay gente fuera que puede haber cambiado de pensamiento. Y al principio decir una cosa y luego otra cosa diferente. Porque al final hemos evolucionado todos". "Por ejemplo sobre qué", Luca pide especificidad. "Pues sobre relaciones que tengas aquí en la casa. Pero positivo todo", calma Cristina. "A ti ahora se te conoce más y estás más tranquilo en la casa", sigue Cristina. Luca se ve igual, sin embargo. "¿Estás igual que cuando entraste?, sigue Cristina. Luca cree que sí, pero Cristina no le deja decir que sí porque le pregunta hasta tres veces más si de verdad está igual que cuando entró.

A la última, Luca no contesta y desde el salón Isabel, Cynthia y Luis les llaman. "Me está haciendo una sesión de psicoanálisis", les dice Luca. "¡Ahora vamos!", dice Cristina a los del salón. "Quiero que me contestes eso antes de ir", le dice Cristina aún a Luca. Y repite su pregunta: "yo te pregunto si estás igual". "¿En qué sentido?", Luca vuelve a pedir que Cristina concrete. "Joder, Luca", protesta Cristina. Y obtiene una respuesta que no quiere: que está mejor con el idioma, que está bien pero que cada semana es diferente, que se ha hecho una herida en la mano... "Bueno, venga, vamos para allá. Que no quieres contestar", se cansa Cristina. Luca le dice que sí quiere contestar, pero que a qué se refiere y finalmente Cristina le aclara: "si estás igual en tema de corazón". "Ahhhh, en eso. Sí. Estoy mejor", responde Luca.

Después de un silencio Cristina le dice que no sabe si ella debe cambiar su actitud. Otra vez Luca dice que no entiende y Cristina, mirándose las uñas, le repite que quizás deba cambiar su actitud respecto a una persona de la casa.

"¿Conmigo?", Luca de nuevo se muestra sorprendido y Cristina corta el tema de sopetón y dice que vayan al salón con los demás. Se levanta y camina hacia allí simulando una alegría al saludar que no cuela. Luca la sigue mientras le dice que no entiende nada.

Mañana

Después del cuento se suceden varios planos de dormidos. Luego en el almacén Julen y Sandra buscan algo para que coma él. Los del salón aún se quedan de charla un rato."Tú crees que mañana va a haber reyerta, no?", le pregunta Luis a Julen en la cocina. "Yo creo que sí", responde él. Y con esto, mañana se verá.

Un cuento para dormir

Luis, Sandra y Julen vuelven del cubo: "Ya está la petición hecha", dice Luis. "Nada, que no hay boda", dice Sandra. Pasan a hablar de qué harían si no estuvieran en el concurso. Sandra estaría de fiesta. Adara dice que ella se metería en la cama con su hijo y después les cuenta el último cuento que le contó. Sin resumir era así: "iba un grupo de ovejitas y había una que no podía oler. Entonces las demás le iban avisando cuando había una caca para que no la pisara. Pero al final pisó una. Entonces siguieron andando hasta que encontraron agua y se lavó. Y ahí acaba el cuento". "¿Pero por qué no le lees un libro?, pregunta Cristina. Adara responde que si le lee un cuento, se activa con las imágenes y ya no duerme. "Vaya mierda de cuento", le dice Sandra. "Ya, es que no tengo imaginación", le dice Adara riendo.

El sueño de Jesús o la visita de su novia

"Esto para mí es grave", es el diagnóstico de Luca. Previo a esto Jesús está contando todas las indicaciones que le dio su novia, desde dejar la cocina a disculparse con Adara. Jesús asegura que todas las cosas que le dijo las iba a hacer ya él. Pero Luca observa que todo pasó al día siguiente y a partir de esas indicaciones, Jesús ha cambiado cosas o incluso su comportamiento. "Para mí estáis intentando saber qué pasa fuera para cambiar vosotros y gustar más", opina Luca.

Todo esto ha empezado porque Jesús ha soñado que Miguel discutía con su madre en plató. De ahí ha sacado que eso pueda estar pasando de verdad. De ahí y del aviso que le dio su novia: "no discutas por dos lonchas de pavo". Y Jesús sabe que eso sólo se lo dijo a Miguel el día antes de que saliera.

El hurto

Cristina le ha robado un algo que parece un regaliz negro a Luca durante un abrazo en la cocina y se lo enseña a los demás. Luca se da cuenta de que esconde algo y la lleva hasta el almacén para intentar sonsacarle o sacarle qué cosa esconde. Cristina le dice que es algo de ella, pero Luca no entiende por qué entonces no puede verlo. Finalmente Cristina le dice que es una cosa que le va a enseñar luego y Luca, que la impaciencia no le duele, acepta y así se libera Cristina.

Las bodas

"Tenéis que estar muy atentos a lo que se está cociendo en el cubo", Luis da esta primicia y se va formando corro a su alrededor en el salón. "A ver, existe la posibilidad de que se celebren las primeras bodas de Secret Story. Y eso significa banquete, fiesta y ah, ah". Cuando Luis dice "ah, ah", mueve la pelvis adelante y atrás mientras saca la lengua hasta la barbilla. Luego deja de ser un sátiro y ya se sienta de nuevo a suplicar: "yo quiero que estos dos se casen, por favor, vamos a hacer unas bodas". Estos dos no especifica, pero le valen tanto Sandra y Julen como Cristina y Luca o los cuatro también. Lo que sí especifica es que quiere convite y a los invitados de punta en blanco.

"Vamos todos al cubo ahora mismo", pide Luis. Pero Cristina y Luca no se quieren casar, así que al final Luis sólo va con Julen y Sandra.

Las cosas que sabe Luis

Luis les cuenta con detalle a Jesús, Cristina, Luca y Adara la misión de Emmy y las ovejas crecientes. Y luego les cuenta cómo robaban escarabajos durante la primera semana.

Después el tema de quién estará nominado gana a cualquier otra conversación.

Gianmarco o Tom

En la cocina Cristina plantea: "¿quién creéis que vendría primero: Gianmarco o Tom?". Luis cree que si es de visita, cualquiera. Jesús prefiere Gianmarco, "pero porque venga tu hermano", se dirige a Luca. "No por Adara", añade. "La cara de Adara", señala Cristina. La cara de Adara es que no le apetece nada. Cristina insiste que Sandra ha dicho varias veces que cree que van a meter a Tom.

Sueños y nominaciones

Jesús se sienta con Sandra e Isabel en el sofá. Les dice que ha soñado con Miguel. "He soñado que hace más daño fuera que dentro. Y tengo la sensación de que se cumple", les dice. Pero la respuesta de Isabel no da pie a nada más: "a mí me da igual".

Luego hablan de Julen, lo rayado que está y las opciones de lo que pudo pasar en el cubo. Jesús piensa que "a partir de ahora esto ya va a ser así. Nos toca ya nominar entre nosotros". Sandra piensa que así será y les dice que ella estuvo a punto de no comerse los pimientos. "Para no nominar. Es que yo no quería nominar", les dice.

Julen llega y se recuesta en el sofá junto a Sandra.

Lleváis una hora ahí

Jesús es el siguiente en desvelarse y comerse un cuenco de cereales. Le han despertado dos moscas intentando incursionar en su nariz. Julen acaba con las que puede usando ese objeto que llaman matamoscas porque lo fue. Ahora es un trozo de plástico a tiras con mango. Aún así consigue eliminar bastantes. Al menos da bastantes golpes.

Luis va al cubo y llama: "¿qué estáis, copulando?", pregunta cuando le abren. "Lleváis una hora aquí". Cristina hace ahhhh, Luis pasa y la puerta se cierra tras él.

Leche con cereales

Adara y sus cereales reciben compañía. Sandra, Isabel y Luis se apuntan a los cereales. Cynthia parece que también. Y Julen recorta papelitos. Comentan que Cristina y Luca llevan una hora en el cubo. "Cuando salgan van a flipar, media casa levantada y todos aquí comiendo cereales", opina Luis.

No apagan la luz

Adara se levanta de la cama. Va al porche sorprendida porque no apaguen la luz en los dormitorios. Cuando le dicen que son las doce, pregunta: "¿pero se puede dormir, no?". Se puede. Pero opta por poner una lavadora y tomarse una taza de leche con cereales mientras tanto.

Puede ser una tragedia mañana

Cynthia, Luis e Isabel vuelven del cubo y se sientan en porche del jardín. "Está bien todo el día, pero por la noche...", Isabel habla de Julen, que deambula solo por la casa. Cynthia espera que mañana se resuelva ya todo. Entre los tres se imaginan las posibilidades: que estén todos nominados, que sean cuatro nominados, que Luca se salvó a sí mismo y haya subido Sandra por ser la siguiente, o que Luca se salvó y subieron a otro. "Puede ser una tragedia mañana", piensa Isabel.

Julen llega cabizbajo y se sienta con ellos. Le consuelan, intentan que no se sienta mal y le dicen que lo que sea, ya está hecho. Luis le recuerda que esto es un juego, que todos van a acabar pasando por la palestra y que al final es el público quien decide. Que aunque haya subido quien sea, la decisión es del público. Julen sin embargo se ha quedado atrapado y no consigue salir de ahí.

Julen

Julen se ha despertado. Se pone la camiseta y abandona la cama. Destino: un vaso de leche con galletas en la cocina. Las ahoga y aplasta lento y pensativo.

Qué hace Luis en el cubo

En el salón. Luis ha ido al cubo y los demás (Isabel, Cynthia, Cristina y Luca) no saben si esperarle o ir a buscarle. Sospechan, o quizás se temen, que Luis esté perpetrando algo allí. Dice Isabel que si no vuelve en cinco minutos, se va a la cama. Pero finalmente la cosa queda en que van al cubo a buscarle. Mejor tenerle a la vista si está tramando algo, no?

Los demás están todos en la cama. Dani, Jesús, Lucía, Adara, Canales, Sandra y Julen. Dormidos o en ello. Aunque si hay que escoger, parecen dormidos.

Un 85 ó un 86

Pues sí había un obstáculo. Pintarse las uñas. Esmalte en mano Cynthia se sienta con los que quedan en la cocina y Isabel la acompaña.

Cuenta Lucía que en el bar de su pueblo "había un 85 ó un 86 y allí no había ni una mosca". Luis intenta entender y pregunta si era un 85 de tiras pegajosas de esas amarillas donde se quedan pegadas. "No, no", le dice Lucía. "Un 85 pintado y allí no había ni una. Así que todos a poner un 85 en nuestras casas. O un 86. Si queda más finito, pues lo repasas". Luis no sabe si creer: "me estás mintiendo". "¿Para qué te iba yo a mentir?", insiste Lucía. "No sabía yo eso", acaba Luis pensativo. O esperanzado. Ciencia o superstición, es posible que aparezca un número en cualquier momento. Y si el 85 no funciona, el 86.

Adara ha sido la siguiente en caer. La cama la ha llamado.

Algo pasa

"Pero que nos cambiemos las pilas? ¿Todos?", Luis sigue con su teoría. "Algo pasa", opina también Cristina de sobremesa en la cocina. Lucía está con ellos y pasan a hablar de la ranura por donde salió el pimiento de la inmunidad. Cristina no se había fijado antes y Lucía creía que era una toma de luz.

Cynthia e Isabel deciden que se van a la cama. Se lavan los dientes y hablan. El efecto es como hablar con la boca llena. Parece que Cristina les ha preguntado a Isabel si se quedan con ellos en la cocina, en la tarea de la cocina. Cynthia ha entendido que si iban ahora a charlar con ellos. Y no dice que no, pero ella se iba a la cama. Aclarado el tema, ya no hay obstáculos para llegar al dormitorio.

Algo bueno para Luca

En la cocina también se habla de moscas. Lo justo. Porque Luis pide que ni se las enseñe, que no quiere saber nada de ellas. Cynthia barre mientras Isabel comenta que para que les habrán pedido cambio de pilas a todos "si ya no son horas de nada". Calculan que serán las once. Las diez y media como mucho. Luis les dice que lo mismo les van a hacer algo. Por ejemplo una fiesta.

En este tramo Dani ha sido el siguiente en coger la horizontal. Pierde la mirada con su anillo de plata colocado entre las cejas. Sandra le dice a Julen que anoche habló con Cristina: "Cristina ya lo sabe. Me dijo que era algo que era bueno para Luca, pero que a ti no te venía bien". Enseguida cambian de tema. Parece ser que las burbujas del jacuzzi se escuchan hasta en el plató cuando las encienden.

Julen y Sandra

En sus camas, Julen y Sandra cuentan cuántas medallas tiene cada equipo. Luego Sandra se tumba en él y Julen se queda pensativo y serio alternando la mirada entre sus uñas y el infinito.

Cuando vuelven a la conversación, hablan de sus heridas de guerra. Caídas y dolores que les ha causado la prueba. Hasta que las moscas requieren su atención. "Esa qué tiene, ¿58 años?", pregunta Julen fijando la vista en alguna de las muchas.

El abrazo

-Qué rico, por favor- dice Adara de la cena, -uy, todos los vasos están sucios aquí- dice después buscando un vaso para beber agua. Examina uno, dos y el tercero parece que le convence. Se lo llena de agua y a cenar.

Cristina y Luca están en el baño fundidos en un abrazo tan apretado que ahogan el audio de los micros. Cuando al fin lo liberan un poquito, Cristina le dice que se va a ir a la cama. "Me he puesto melancólica y he ido al cubo y he dicho que echo de menos a Miguel, que era como tener aquí a mi mejor amiga". "Es normal", comprende Luca. "Pero tienes a otra gente, me ha dicho la señora del cubo", explica Cristina. "Pero Miguel puede volver. Nunca se sabe", le recuerda Luca. Lo quieren para la repesca.

Cremita y camita

Siguen las cenas. Isabel alaba la sopa y Cynthia y Cristina se sirven. Luca continúa con las piadinas y la tranquilidad de quien disfruta haciéndolo. Canales y Jesús ya están en la cama poniéndose los antifaces en la frente. Listos para ser bajados. De hecho, Canales ya se ha tapado los ojos. En la doble cama de Sandra y Julen, Sandra se masajea las piernas: "cremita y camita". 21:13 de la noche en la habitación naranja. Sólo se escucha el roce de Sandra extendiéndose la crema.