Amparo cada vez que podía, iba a visitar a su marido a la residencia. Allí pasaba muchas horas conversando con Alfonso. Él estaba vegetal y supuestamente no la escuchaba, pero esta última vez, Amparo se ha llevado una gran sorpresa. Nada más confesarle esto a su marido: “Jamás debí de haber taladrado el cráneo a esa mujer”, Alfonso abrió los ojos y le dijo gritando: “Tú eres una asesina”.