"Cortés y Martínez son como dos fantasmas"

TELECINCO.ES 13/11/2008 19:08

Cata: ¿Te pongo uno? (café)Cuando Cata se lo va a dar...

E: Creo que nunca llegará el momento en el que le enterremos, porque ni siquiera entonces podremos pasar página.

Esteban: Por favor.

E: Gracias, se me han quitado las ganas.

C: Lo siento mucho... el fallecimiento de tu padre.

E: Ah! ¿Le conocías? Porque yo no te había visto en la vida hasta esta mañana. A lo mejor estoy equivocado y erais súper amigos.

C: No, no le conocía mucho. Pero le había visto un par de veces por casa. Tenía pinta de ser un hombre agradable.

E: ¿Cómo se puede ser tan cínica? A ti que coño te importa lo que le pase a mi familia. Dilo, a lo mejor si eres honesta empezamos a entendernos.

C: Mira sé que estás pasando un mal momento y estás nervioso, pero no entiendo esa actitud conmigo.

E: Pues pregúntale a tu marido, de camino a vuestra casa en Madrid, tendréis tiempo para hablar, para que te cuente, si ha valido para que mi padre y no nos habláramos en años, imagínate si me vale para tratarte como lo que eres.

C: Lo siento.

E: Y por favor tener el buen gusto de salir de aquí, no me hagáis montar un espectáculo, ¿vale?

C: ¿Sabes? Yo perdí a mi hermano, y cuando murió tampoco me hablaba con él, así que se perfectamente lo que es que una persona muera de esa manera, sin haber tenido la oportunidad de decirle todo lo que sentías

E: Mi padre era... demasiado orgulloso, era imposible hacerle cambiar de opinión, porque tenía miedo de gente como tú.

C: Mira descárgate conmigo si es lo que quieres, pero no le culpes a él. Si algo aprendí cuando murió mi hermano, es que a veces estamos tan obsesionados con nuestras propias cosas, que no nos paramos a pensar en lo que pasa por la cabeza de la otra persona.

E: ¿Me vas a decir ahora lo que sentía o pensaba mi padre? (irónico)

C: Si tu padre tenía miedo de gente como yo a lo mejor no tenía miedo por él sino por ti, porque te pudiera pasar algo.

E: ¿Por qué?, ¿Qué tiene ese hijo de la gran puta para meter en su mundo todo lo que quiere?

C: Porque lo difícil no es entrar... es salir.

C: Bueno, ¿y tu qué tal con Martínez?

E: No me esperaba menos de ellos, pero... mejor dejamos el tema ¿vale? No está bien insultar a los familiares de tu marido, y ahora mismo es lo único que me apetece hacer.

C: Este debe ser el día más largo de tu vida.

C: ¿Por culpa de Miguel?

E: Digamos que tenían algunos negocios en común y que no nos podemos de acuerdo en como arreglarlos ahora.

C: ¿Pero tu padre no dejó nada por escrito?

E: No, no hizo testamento (Se sienta junto a Cata). Pero aunque lo hubiera hecho, estoy seguro de que no hubiera dejado ninguna referencia de esas empresas.

C: ¿Entonces son tuyas, no?

E: Según Martínez si me queda algo de ese dinero es porque ellos quieren tener un detalle con la familia.

C: Debe ser muy duro discutir de dinero en un día como hoy.

E: En realidad no. Esto algo que mi padre no se atrevió a hacer, pero yo si que voy a hacer. Si quieres puedes decírselo a tu marido.

C: Creo que... la relación con mi marido no es como tú te imaginas.

E: ¿No sabes nada del entramado de empresas? De la gente que como mi padre, Cortés tiene de testaferro firmando por él, asumiendo la administración de empresas en el Caribe con dinero que nadie sabe de donde sale.

C: Piensa en tu padre. A veces es imposible salir. A no ser que alguien te ayude.

E: No es fácil hacerlo. Cortés y Martínez son como dos fantasmas, nunca dejan nada por escrito, no hay contratos, ni nada que los relacione con esas empresas. ¿Por qué te crees que deje de hablarme con mi padre? Porque intenté destapar toda esta trama.

C: ¿Y qué descubriste?

E: Nada, porque no hay nada que descubrir. Eso es lo único que aprendí. La mayor virtud de Cortés y Martínez... nunca hay rastro de ellos.