El miedo puede con Torres

ELENA VILLEGAS 08/01/2009 19:40

Todo parecía ser perfecto. Inma entendía las fobias de Diego y le dejaba su propio espacio, al tiempo que le obligaba a vencerlas. Él había dado grandes pasos gracias a la comprensión de Cuesta y se puede afirmar que el amor le había hecho fuerte. Sin embargo, aún no estaba bien aferrado al peldaño que había subido y podía caerse en cualquier momento; y así sucedió. Una situación demasiado estresante puede provocar una crisis a alguien que padece ansiedad y, desde luego, encontrarse en medio de un tiroteo junto a su pareja es una situación lo suficientemente estresante como para que se tambaleen los cimientos de cualquiera, por mucho que desconociera hasta el momento las enfermedades psíquicas.

Torres tiene miedo al miedo . Su defensa, hasta que conoció a Cuesta, era encerrarse en su burbuja de cristal y no salir ni dejar entrar a nadie. No conocer a otras personas en profundidad para evitar un apego mayor, para evitar querer y, en definitiva, para evitar que le hagan daño. Ya había estado enamorado previamente de una joven que, obnubilada por el poder de Duque, había intentado mantener una relación con él, al igual que Catalina, pero en este caso, acercarse demasiado al fuego la quemó. Duque dio la orden de matarla y el propio Torres acudió al lugar de los hechos y se topó con el cadáver. Ahora, teme volver a sufrir de manera desmedida, teme volver a ver muerta a la mujer que ama, y la solución para él es alejarse de ella.

1 Diego ha preferido enfrentarse a Inma, enfrentarse al amor, antes que al miedo. Ella se lo reprocha, pero a él ya le flaquean las fuerzas; quiere volver a su burbuja y sentirse seguro. En el último capítulo de la segunda temporada, Torres pierde la partida; opta por vivir para trabajar y dejar el amor y la vida para los valientes, para quienes saben enfrentarse al dolor. Lo que Torres no acaba de comprender es que esos son también quienes sonríen, quienes disfrutan, quienes luchan en medio de la adversidad para ser felices y hacer felices a los que quieren; son esos para quienes la vida, aunque ni siquiera se lo planteen, tiene sentido.

Inma, impotente por ser incapaz de hacerle ver todo eso al hombre del que está enamorada, rompe a llorar.

Aunque Torres haya dado un paso atrás, de su relación con Cuesta puede quedarse con una lección: que encontrar algo que dé sentido a la vida, como el amor, hace al individuo fuerte. Él halló el motor que le permitía acelerar y enfrentarse a las adversidades, pero quizás las revoluciones de éste le conducían a una velocidad tan alta que le producía vértigo. Y decidió apearse del vehículo. Y decidió dejar de vivir.