Mario Conde tiene una vida muy consolidada tras salir de la cárcel. El empresario tiene su corazón ocupado por una sevillana a la que le encanta el flamenco, es veintisiete años más jóven que él y la conoció en su finca, su nombre es Pilar Marín. Este nuevo romance le tiene muy enamorado y decide mandar un mensaje a los medios: "Estoy bien, contento, todos tenemos una magnifica relación".