Paloma Ramón, experta en comunicación, analiza la relación entre Irene Rosales y Kiko Rivera y asegura que se trata de una relación con falta de pasión. Según ella, gestos como cortarle las uñas a Kiko, echarle crema o incluso quitarle la cera del oído les sitúan más en una relación madre-hijo que en una marido-mujer.