¡Comienza la unificación! De la sorpresa de los supervivientes a las lágrimas de Marta Peñate

Arrancaba una nueva gala de ‘Supervivientes’ y lo hacía con un notición para los concursantes: ¡comienza la unificación! Así se lo anunciaba Jorge Javier nada más saludarles: “Cada vez sois menos y vamos a buscar una playa más adecuada para vosotros”.

Para ello, tendrían que evacuar su querida Playa Uva: “Preparaos para coger todas vuestras cosas y subirlas a una barca”, les decía el presentador. “Vais a tener dos minutos… ¡Tiempo!”. Todo lo que no entrara en la barca en ese plazo se quedaría para siempre en la playa. Pero se han organizado perfectamente y les ha sobrado tiempo hasta para meter leña.

El emotivo discurso de Marta Peñate

De la misma manera que el resto de supervivientes, Marta también ha recibido la gran noticia. Después de seis semanas como ‘parásito’, la canaria iba a tener que dejar ‘Villa Marta’: “Hoy empiezas la unificación con tus compañeros”.

Instantáneamente se ha llevado las manos a la cara y ha comenzado a llorar para terminar pronunciando unas bonitas palabras: “Jorge, te digo una cosa. En el fondo, qué feliz he sido aquí. Me ha enseñado muchísimo, te lo juro. Sé que parece patético pero esto me ha enseñado muchísimo. Me ha enseñado a estar sola, a quererme más, a aguantarme… Muchísimas gracias”. 

Marta Peñate abandona su 'hogar'

Después de abrir su corazón, la superviviente ha tenido un minuto de tiempo para recoger todas sus cosas y poner rumbo a un nuevo lugar. Cumplido el tiempo y con todo el disimulo del mundo, cogía sus sandalias y subía a la barca. Jorge Javier no ha podido evitar las risas.

Su llegada a Cayo Paloma

"No me jod**, tío. ¿Esto es una broma o qué?", decía entre risas nada más bajar de la barca. Cayo Paloma estaba desértico. "Hoy empieza la unificación sola. Es que no hay nadie, Jorge·". Ha sido entonces cuando el presentador le ha explicado la dinámica: Marta recibiría al último 'parásito' y convivirían juntos hasta el domingo. Tras su duelo y, por consiguiente, la expulsión de uno de ellos, se completaría el proceso de unificación: “No me viene bien, tengo planes. Quedé con las iguanas para tomar el té”, bromeaba.