Chica romántica, familiar y tirando a formal. A veces demasiado formal. Le gusta creer que es muy espontánea, pero se siente bastante a gusto en su zona de confort. Todos los fines de semana sube en el coche de Julián, para viajar de Bilbao a Madrid, para estar con sus padres, o… ¿será una excusa para ir de copiloto con Julián?
Divorciado, desempleado, en plena crisis de los 50, pero convencido de que sigue siendo sensato, razonable y estable. Todos los fines de semana sube a Bilbao desde Madrid con Lorena. O… ¿lo hace por Lorena y para Lorena? Y es que ha decidido que hoy se le declarará. ¡Es lo sensato! Pero una mala elección de los compañeros de viaje hará saltar sus planes por los aires.
Es muchas cosas: pedagogo (le encanta enseñar a todos cómo deben hacer las cosas), emprendedor (es un volcán de microempresas solidarias) y psicólogo (tiene consejos sentimentales para todo el que quiera escucharle). Y, sobre todo, le encanta llevar la contraria, así que a diferencia de Julián él baja de Bilbao a Madrid. Cerca de él, el concepto “zona de confort” carece de sentido.
No quiere llamar la atención y ha accedido a la aplicación con el perfil de su primo, para poder llegar a su destino, tranquilo y relajado. Pero, en realidad, le gusta hacerse el interesante y aprovechar las oportunidades al vuelo. Así que si el “plan” de Julián descarrila, ahí estará él para “consolar” a Lorena.
Es un hombre misterioso, que se cruzará por el camino de nuestros viajeros… ¿por casualidad? Su lema es “objetivo y método”. En los negocios no puedes dejar nada al azar, ni dejar escapar una oportunidad. Sabe qué quiere, cómo lo quiere y cuándo lo quiere. ¡No tiene tiempo que perder!
Sargento de la Guardia Civil, le gusta pensar que no se le escapa ni una; aunque nuestros protagonistas quieran darle esquinazo, él siempre los encontrará. Está tan convencido de eso que ni siquiera las ideas de bombero de su compañero Revuelta podrán detenerle.
Compañero del agente Morales, obsesionado con los detalles y el Reglamento. Con su aspecto temible, es capaz de hacer que un control de alcoholemia pueda convertirse en una pesadilla. Pero eso no hará que nuestros protagonistas quieran entregarse.
