Chiellini recurrió a una de las maldiciones más antiguas del fútbol: Gritó "Kiricocho" en los tres penaltis fallados de Inglaterra

  • Chiellini buscó gafar a los ingleses con la maldición de Kiricocho

  • Italia fue campeón de la Eurocopa en la tanda de penaltis ante Inglaterra

La selección entrenada por Mancini logró proclamarse campeona de Europa en la ronda de penaltis ante Inglaterra. Un partido épico en donde el capitán italiano, Chiellini acudió a la maldición de Kiricocho para gafar a los tiradores elegidos por Southgate y le funcionó hasta tres jugadores fallaron penaltis para el equipo de los tres leones. Para la historia quedará las grandes paradas de Donnarumma pero nunca se sabrá si sus paradas tuvieron que ver con la invocación de Kiricocho del defensa de la Juventus de Turín.

La maldición de Kiricocho comenzó en Argentina en 1982 donde un aficionado de estudiantes que estaba gafado, que cada vez que presenciaba un entrenamiento pasaba una desgracia, en forma de lesión. El entrenador de entonces del equipo argentino, Bilardo, le convirtió en el encargado de recibir a los equipos rivales. La leyenda dice que el Estudiantes ganó la copa metropolitano y solo perdió un partido el único que Kiricocho no recibió al rival. Desde ese momento la maldición cruzó las fronteras y actualmente se les grita a los rivales antes de tirar los penaltis, como hizo Chiellini en la final de la Eurocopa 2020.

Italia logra su segunda Eurocopa

Italia conquistó este domingo la Eurocopa 2020, la segunda de su palmarés tras la de 1968, gracias a las paradas de Donnarumma en la tanda de penaltis a la que se llegó tras un 1-1, mejor los italianos pese al inicio prometedor de una Inglaterra que falló en Wembley a su asalto al primer título continental.

El Football's Coming Home se le atragantó a más de 60.000 aficionados en el mítico estadio de Londres. Los Tres Leones fallaron en su primera final continental, el primer partido de renombre para los inventores del fútbol desde el que les dio el título mundial en 1966 también en Wembley. La historia parecía lista para ser cambiada, pero apareció Donnarumma.

Inglaterra terminó pagando cierta dosis de racanería. Gareth Southgate no tiró de su dinamita arriba hasta la tanda de penaltis, para lo que entraron Rashford y Sancho y ambos fallaron. El nuevo portero del PSG detuvo el definitivo a Saka e Italia, en su racha de 34 partidos sin perder, se llevó la Eurocopa a casa.