España cae con honores ante Italia: Solo la suerte de los penaltis puede con nuestra ilusión (1-1)

  • Chiesa, a los 60 minutos, destrozó el sistema de los de Luis Enrique

  • Morata despertó a España en el minuto 80 y lo celebró con toda su rabia

  • Olmo y Morata fallaron sus penaltis y Jorginho marcó el definitivo

Cabeza alta. España cayó eliminada de la Eurocopa en semifinales ante Italia en la tanda de penaltis. La Roja, con un equipo joven y aún no curtido en mil batallas, plantó cara al oficio italiano. Se recompuso con un gol rabioso de Morata al tanto de Chiesa y forzó la prórroga. Ahí las piernas pesaron y ambas selecciones se jugaron a la ruleta el pase a la final.

Las lágrimas de todo el combinado tras caer ejemplifican el proyecto de futuro que ha creado Luis Enrique. La familia nacional se va de Wembley con la sensación del deber cumplido y la mirada puesta en la próxima Liga de Naciones y el Mundial de Catar. España tiene futuro.

Al sexto partido llegó la primera revolución de Luis Enrique. El seleccionador sorprendió dejando de inicio a Álvaro Morata en el banquillo y apostando por un falso 9 con Oyarzabal, Dani Olmo y Ferrán Torres buscando la velocidad en ataque ante la experiencia de Chiellini y Bonucci.

Eric García, en detrimento de Pau Torres, fue el otro cambio respecto al partido de cuartos ante Suiza. Por su parte, Roberto Mancini salió con su equipo de gala con el único cambio obligado de Emerson por el gravemente lesionado Spinazzola.

No tardó una encendida Italia, más tras dejarse la garganta con su himno en un Wembley con mayoría aplastante ‘azzurra’, en marcar el camino a España. A los 30 segundos Verrati cometió la primera falta ante Dani Olmo, debutante en estas ‘guerras’.

A los tres minutos llegó el primer susto a los corazones españoles. Chiesa estrelló en el poste de Unai Simón una contra italiana, pero la jugada estaba anulada por fuera de juego en la salida del balón.

España, la selección con más posesión de toda la Eurocopa, tuvo que trabajar para encontrar espacios en el puzzle ante la presión alta de Italia. La Roja tenía el balón, pero no pasaba de tres cuartos de campo. Italia esperaba el fallo para salir en velocidad.

Posesión pero solo un remate

Ferrán Torres a los 14 minutos firmó el primer remate de España ante la meta de Donnarumma. Su disparo desde fuera del área, tras jugada personal, se marchó fuera. Era el primer aviso serio.

Seis minutos más tarde fueron los italianos los que nos perdonaron la vida. Una contra por banda de Insigne se encontró con una mala salida de Simón y tras varios rebotes el balón terminó en la frontal en Barella que no supo finalizar.

Se lució Donnarumma a los 24 minutos para sacar el primer gol de España. Dani Olmo consiguió armar la pierna a bocajarro en el área pequeña tras un rechace, pero el nuevo portero del PSG no dudó en irse al suelo.

Con un 67,2% de posesión y tan solo un remate a portería, con más respeto que ocasiones claras, los de Luis Enrique llegaron al descanso ante una selección de Mancini que no se sintió cómoda.

Arrancó la segunda parte con un centro de cirujano de Ferrán desde la derecha que Olmo no llega por milímetros. Di Lorenzo metió la pierna para despejar un remate que era claro.

A los 50 minutos Busquets vio tarjeta amarilla, la primera del partido. La película del partido siguió con el mismo guion: España dominaba el balón ante una ‘azzurra’ de otros tiempos incómoda sin él. España quería el gol y lo intentó con dos disparos lejanos de Busquets y Oyarzabal. Sin peligro para Donnarumma.

Gol a la italiana

Y la historia italiana -que vimos durante décadas- se repitió a los 59 minutos. Sacó en rápido el meta italiano y la contra terminó en gol. Chiesa, con una definición de lujo, batió de tiro cruzado a Unai Simón ante un superado y descolocado Eric García. Jarrón de agua fría -congelada- para una selección que había dominado hasta el momento.

Un minuto después movieron el banquillo España e Italia. Álvaro Morata entró por Ferrán Torres y Berardi por Immobile. Italia se vino arriba ante una España que no tenía nadie sobre el campo para pegar dos voces. La Roja sufría pese a tener el balón. Berardi la tuvo en un mano a mano ante Unai Simón.

Sangre nueva y la rabia de Morata

Luis Enrique realizó un doble cambio a los 69 minutos. Oyarzabal y Koke dejaron su puesto a Gerard Moreno y Rodri. Italia hizo los suyos la salida de Verratti y Emerson por Pessina y Tolói.

Cuando más cómoda se sentía Italia apareció Morata para despertarnos de la pesadilla que estábamos viviendo. El delantero madrileño no falló cuando había que hacerlo. Un pase en profundidad de Olmo fue empujado con calidad al fondo de la red con toda la rabia que acumula en esta Eurocopa. La Roja estaba viva cuando más muerta se encontraba. Era el minuto 80.

Tercera prórroga consecutiva

Reaccionó Italia metiendo al campo a Locatelli y Belotti por Barella e Insigne. España metió a Marco Llorente al lateral por un agotado Azpilicueta pensando en la prórroga. Tocaba de nuevo sufrir durante media hora.

El desgaste físico en ambas escuadras fue patente en la primera parte de la prórroga. España lo intentaba pero con la cabeza fría bien sabiendo el oficio italiano. Sin ningún peligro para ambos porteros en estos primeros quince minutos.

Thiago Alcántara cogió la plaza de Busquets para la segunda parte de la prórroga. En el minuto 109 Italia batió a Unai Simón pero en claro fuera juego. Corazón congelado.

En los minutos finales Italia y España pactaron los penaltis. Sin juego, sin correr riesgos y rezando a la suerte hasta que Felix Brych pitó el final del partido. La Roja de Luis Enrique había dado la cara ante una veterana Italia.

La suerte de los penaltis