A sus 679 años, Aramis Fuster fue una de las concursantes que mejor supo aprovechar las instalaciones que ofrecía el lujoso ‘Hotel Glam’, el reality donde participó en 2003. Sabedora de la importancia que tenían los rayos UVA para activar la Vitamina D en el organismo, la bruja no dudó en darse un baño de sol artificial que pasaría a la historia.