¡Bertín ya fue el rey del sofá hace muuuchos años! Así lo petó en 'Contacto con tacto'

telecinco.es 19/04/2018 14:02

En un escenario sencillo con unas butacas y una coctelera de acompañamiento, se sentaba (por decirlo de algún modo) Bertín Osborne. El perfecto galán se convertía en un Cupido picarón para adelantarse al fenómeno tróspido de los ‘Dating Shows’ con un programa de momentos muy memorables.

‘Contacto con tacto’ era su propio espectáculo. A falta de unas pantuflas podía parecer el sofá de su propia casa. Allí en los viernes de 1992 por la noche, Bertín se ganaba en cuarenta minutos a los pretendientes a golpe de “fenómeno” y no dudaba también en coquetear abiertamente con las féminas que a su lado se sentaban. No era un programa de grandes exigencias y el público sabía que en la pantalla no encontraría nada parecido al verdadero amor. Eso era lo de menos. A cambio disfrutaban del show que montaba el presentador con bromas y comentarios íntimos para sacar los colores y calores de todos.

Entre su repertorio más famoso que le hizo tanto conectar con la audiencia como convertirle en el perfecto campechano al que querríamos en todas las fiestas, destacamos algunos de los momentos más delirantes de esta telecomedia.

1. El conquistador de invitadas

En su faceta menos moderada el presentador buscaba la chispa entre los invitados. Unas veces eran ellos los que venían a conquistar y otras eran las mujeres. El caso es que en todas las situaciones había un Bertín de lo más descarado, que siempre que podía hacía su particular papel de don Juan.

Las salidas de tono de los chicos y chicas quedaban relegadas a mera anécdota al lado de las perlas que el presentador llegaba a soltar...

2. Lo que da de sí un gatillazo

Para romper el hielo y convertir también el sillón en una especie de confesionario, Bertín no dudaba en dar información de más. No había tabúes, ni miedos. El Osborne estaba por encima de todo eso. Y aunque era su primera vez en televisión, no tenía ningún pudor en contar sus detalles más espinosos.

Y si una preguntaba se prestaba al juego, ahí entraba el sexto sentido de Bertín y una historia suya icónica detrás.

3. El acróbata del sofá

El despatarre de Bertín en todo su esplendor desde el primer plano ya era un claro anuncio de lo que nos esperaría en los próximos minutos. Repanchingado en sus espléndidos 1,88 metros en un sillón que parecía para él de juguete, no dudaba en protestar si por exigencias del guion le tocaba levantarse.

Su forma tan peculiar y poco correcta de hacer la ficha a los jóvenes, recostado en el diván era una licencia exclusiva para él. Era obvio que pasaría a la historia de la televisión, además de ser ya un punto imprescindible en el manual del perfecto campechano.

4. El vocabulario de la empatía

En ‘Contacto con tacto’ Bertín nos ofreció una imagen muy diferente de lo que entendíamos que era salir en televisión. Desterró el mito de que lo correcto era lo que estaba políticamente bien en el medio para asistir a todo un espectáculo de salidas de tono, expresiones de lo más sonrojantes y un sinfín de vocabulario destinado a ampliar nuestros saberes. Hay que reconocer que “cochinada”, “escoñetado” o “mondarinas” son algunas de las palabras que enriquecieron la cultura popular.

Y a esta revolución comunicativa se le sumó su faceta más rebelde. Ahí entraba en juego el Bertín más gamberro; el que pasaba de aprender el funcionamiento del teletrébol; el que lanzaba los corazones de premio sin miramientos; el que protestaba por su foto moñas de cabecera o el que no se leía las tarjetas e improvisaba los cuestionarios de los invitados a su medida.

Se convirtió en el rey del desparpajo adelantándose a lo que vendría. Y a partir de aquí nos enseñó que reírse de uno mismo y extenderlo a todo el mundo, al final resulta la mejor escuela de la vida.

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