En pleno fervor de una confidencia que ponía en serias dudas el interés de Toño y Luismi por su tronista ocurrió algo fuera de lo normal en el plató de 'MyHyV'. Jenny Ortiz asistía desde su trono enfadada a lo que a todas luces parecía una pillada de manual a uno de sus pretendientes. Impredecible como siempre fue aquel terremoto con extensiones para el programa, decidió no escuchar más intentos de explicaciones y quiso zanjar por lo sano un tema que ya se había enredado bastante.
La chica que combinaba el look print con el neopreno como nadie se levantó cuál emperatriz de su trono y en un paseo de lo más digno fue directa hacia el pretendiente para despedirle sin más contemplaciones. Lo que no calculó bien la ahora 'it girl' fue la altitud de sus tacones o el nerviosismo que llevaba por aquel pronto del momento, pero el caso es que Jenny cayó aparatosamente al suelo como si fuera de goma.
El épico tortazo que dolió a cada uno de los presentes dejó a todos por un instante bien parados. El pretendiente que unos segundos antes era el centro de atención pasó a un segundo plano y él mismo fue uno de los que ayudó a la tronista a levantarse, aunque su orgullo siguió por los suelos.
Jenny no hacía más que repetir "¡qué vergüenza!" sin llegar a reparar en que por poco con esa caída mayúscula se hubiese partido la crisma. Lo cierto era que en ese momento sentía más ridículo que dolor por aquel desplome mítico.
Lógicamente y después de ver que Jenny estaba bien, el que iba a ser un momento tenso se convirtió en una divertida parodia para una expulsión. Y tal y como estaba previsto el pretendiente se fue como era el deseo de Jenny, aunque en esa despedida la tronista perdió mucho más que a un enamorado: se dejó en el suelo el glamour como consecuencia de la bochornosa caída.