Se la denominó 'la voz del milenio', la 'Chipionera' y por supuesto 'la más grande'. Rocío Jurado con su chorro de voz fue capaz de alcanzar el infinito y de desgarrarnos por dentro con sus apasionadas letras de canciones. Madre abnegada y enamorada del propio amor, se entregó a la vida sin ningún límite hasta que finalmente se apagó un 1 de junio de 2006. Doce años después se la sigue recordando.