Tamara Gorro llegó temblando a 'MyH', pero antes ¡tanteó el trono su abuela!

telecinco.es 19/06/2018 11:53

Se convirtió en uno de los rostros más recordados de 'MyH' y desde su entrada triunfal al programa siempre ha estado ligada a Telecinco. La que ahora es una mujer con familia y éxito en todo lo que se propone pasó muchos nervios en su debut televisivo en 2009.

Para ver el terreno y también vender a su nieta no había nadie mejor que su abuela para estrenar aquel trono. Ángela entró antes y mucho más decidida que la propia Tamara. Dejó con cara de póker a todos los pretendientes que esperaban a una mujer más de su edad, pero la abuela tenía respuesta y labia para todos. Ella no era exigente y todos los candidatos a enamorar a la niña de sus ojos le parecían la mar de bien. Si hubiera sido por ella, ¡se habría quedado con todos!

La abuela Ángela dejó a todos perplejos y de paso hizo un histórico 'hype' para presentar a la nieta. A Tamara Gorro "no le faltaban hombres", pero había llegado el momento de encontrar al que de verdad le fuera fiel y lo diera todo por ella. Su Tamara era todo corazón y era una reina para la abuela. De ahí que su sitio estuviera en aquel trono y tras esta cariñosa introducción, Ángela se levantaba y dejaba el sitio a su nieta.

La modelo entró al plató sonriente y muy nerviosa. Sus kilométricas piernas que se pasearon antes por la pasarela cuando fue Miss Segovia le temblaban y eso que todavía no había visto a los pretendientes. Después de la anécdota de la abuela llegó otra curiosidad convertida en 'mini confidencia': Tamara Gorro ya conocía a uno de ellos.

Sus vidas de modelos les volvían a unir, pero ese detalle resultó de lo más inocente en aquella ocasión. Mucho más jugosas serían luego las investigaciones detectivescas de Tamara cuando dejó el trono y pasó a convertirse en la reina de la confidencias. Su paso por 'MyH' es de los que más recordados en la historia del programa porque la Gorro fue tronista, pretendienta, asesora del amor y también gancho. Tenía razón su abuela... Tamara, sí que sabía dejar huella.

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