Toñi Salazar ha hecho mucho por la cultura española. No solo nos ha regalado temazos de lo más bailables, sino que también ha sido una de las precursoras de la educación pública bilingüe en España. Antes, mucho antes de que existiera un boceto de Dora la exploradora, ella ya hacía que los niños de los 90 aprendieran los números en inglés a ritmo de ‘One, two, three, ¡caramba!’.
Pero hoy, por una vez, no nos vamos a centrar en sus pegadizos temas y en su brutal presencia en los escenarios. Aprovechando que va a recibir a Kiko Rivera, Elena Tablada y Julio José Iglesias en su casa, creemos que es un deber rescatar su participación en 2013 en el programa ‘Me cambio de familia’, donde nos enseñó su hogar y sus dotes culinarias. Un episodio que podría ser una predicción de lo que veremos en ‘Ven a cenar conmigo: Gourmet Edition’.
Nos enseñó su casa de ensueño
Algo que nos encanta de la edición VIP de ‘Ven a cenar conmigo’ es conocer todos los detalles de los hogares de los famosos. Y el de Toñi Salazar no tiene ningún desperdicio.
Ya pudimos ver en el programa ‘Me cambio de familia’, que es una amante del lujo, de las decoraciones ostentosas y de los vestidazos de ‘brilli brilli’ y leopardo. Por lo que va a ser magia pura ver a sus invitados inspeccionar la casa y adentrarse en ese cabaret neoyorkino que es la casa de la Salazar.
Su don para la gastronomía
Es probable que si los platos de Toñi Salazar hablaran, no dijeran precisamente ‘Devórame otra vez’. Ya lo advirtió claramente en 2013: “Yo no sé hacer ni espaguetis, ni comidas calientes. Yo le puedo ofrecer un filete de pollo y unas patatas fritas”. Un plato sencillo pero que podría conseguir una buena puntuación de Julio José, vegetariano y amante del pollo a partes iguales.
Tenía una cocina preciosa y decorada con muy buen gusto. Eso sí, la usaba poco, y de eso daba fe la planta que tenía decorando la vitrocerámica. Pero ella tampoco lo ocultaba, pues contó que tenían un presupuesto semanal de 700 euros y podían permitirse desayunar y comer en su restaurante de cabecera.
Así le pasó, que cuando tuvo que ponerse a freír unos filetes en la caravana de la familia circense… ¡casi salen todos por los aires! Se equivocó de botón para encender los fogones y el horno empezó a echar humo como si no hubiera un mañana.
El amor que estuvo y ya no estará
Una de las grandes ausencias que habrá en el programa será la de su exmarido Roberto Liaño. El modelo también se dejó ver por el concurso de 2013. Actuó como anfitrión y nos demostró que estaba enamoradísimo de la cantante: se despidió de ella entre llantos y le regaló una hermosa dedicatoria. “Eres una luchadora”, se declaraba.
A los pocos meses de la emisión del programa, se desgastó el amor (o no, no nos vamos a meter en lo que pasó ahí, es cosa suya) y la pareja decidió separarse definitivamente.
Toda una reina del entretenimiento
“Yo no necesito ponerme circo, porque ya soy un circo”, fue la frase con la que nos hizo reír en la primera cena en casa de Elena Tablada. Y no andaba nada mal encaminada.
En ‘Me cambio de familia’ tuvo que intercambiarse con la matriarca de una familia circense. Allí se paseó entre pitones (algo que le hará enfrentarse con naturalidad a los bolsos de Elena Tablada) y puso patas arriba a los asistentes a la carpa con sus canciones y su ritmo especial. No sabemos si pondrá todas estas habilidades en práctica, pero lo que está claro es que nadie va aburrirse con ella.
Fiesta final asegurada... ¡y con recena!
Algo que le encanta a Toñi es una fiesta. Era muy de salir con la familia al completo a las discotecas, codearse con la jet set de Madrid y volver a casa sobre las 3:00 de la mañana. Eso sí, cuando llegaba a su casa siempre tenía un plan B para no tener que mover el helecho de la vitrocerámica y ponerse a cocinar... ¡tenía la nevera llena de jamón envasado al vacío!
La cena promete y no nos extrañaría nada que la diva se marcara un fin de fiesta apoteósico con recena de jamón serrano incluida. Porque ella es artista, es bailarina, si le da la gana es cocinera y sobre todo es un gran ejemplo de que hay que disfrutar de la vida porque “solo se vive una vez”.