Torito fue padre de su pequeño hace ya ocho meses. Él y su marido vivieron un duro y costoso proceso de gestación subrogada que duró algo más de dos años. El colaborador nos ha explicado que se trata de un proceso realmente costoso que hizo que tanto él como su pareja tuvieran que ajustarse el cinturón: “Todo el dinero que yo ganaba era para el bebé, yo venía a trabajar en tren, los 20 euros del taxi los ahorraba para él”.